Hay que cambiar de parámetros, gente. No podemos dormirnos en los laureles, pero tampoco podemos mirarnos en el espejo del resto de la sociedad. Habrá a quien no le suene bien esto, pero no se le puede pedir a alguien en silla de ruedas que corra (y gane, ya puestos) una carrera de 110 metros vallas. Sin embargo, hay muchos atletas de élite en silla de ruedas. ¿Me seguís?
Yo ya me sentía un fracasado cuando tenía 25 años, y con 34 aquí sigo, en el mismo sitio. ¿Por qué? Porque en todo este tiempo me he movido entre el conformismo absoluto en plan "tengo fobia social, no puedo hacer nada, así que no lo voy a intentar" y lo que yo llamo darme cabezazos contra un muro, que era lo que hacía cuando, tratando de ignorar completamente la fobia social, me comparaba con el resto de la sociedad y me empeñaba en que tenía que ser más como ellos. A día de hoy, y al menos hasta que se me vuelva a olvidar, he llegado a la conclusión de que no vale ni lo uno ni lo otro. Hay que moverse, sí, pero según nuestros propios parámetros. Nos conocemos mejor que nadie, no seamos tan tontos de juzgarnos en base a los estándares de una sociedad que ni nos conoce ni nos respeta.
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