Yo una vez (hace año y medio atrás) fui a la primera reunión de un Taller de Habilidades Sociales (éramos unas cuatro o cinco personas, junto con dos "profesionales"), pero fue para peor, pues mientras fulanita resultó que estaba de novia y planificando su casamiento, menganito trabajaba en algo relacionado con las relaciones públicas o algo parecido, y así con todos, resultando pues que los demás no padecían lo que yo, no estaban como yo (eran sólo tímidos, pero sin que esto llegase a impedirles hacer su vida, hacer lo que tenían ganas; sólo se los dificultaba, a diferencia de esta timidez patológica de uno, esta timidez paralizadora, esclavizante, invalidante), y eso me hizo pelota, pues sucedió entonces que ni aún con gente que supuestamente padecía lo mismo que yo pude evitar sentirme fuera de lugar, sentirme menos.
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