Y tampoco los FS son -somos- rechazados. Por ejemplo nunca experimenté el rechazo verdadero, pero me crie en una familia autoritaria, controladora, sobreprotectora, poco afectiva...
La fobia social es un problema en el sentido que nos impide hacer algo que queremos. El que realmente da importancia a "lo que dirán" es el fóbico, los no-fóbicos ni se gastarían en semejante estupidez. Los límites los ponemos nosotros, no los demás. En realidad uno pasa mucho más desapercibido de lo que piensa.
Eliminando la ansiedad, los miedos y la torpeza los límites se borran solitos. Claro, pide mucho laburo eso, pero hay que hacerlo.