Puedo decir que tuve una buena infancia pero fuera del colegio. En el colegio se burlaban de mi por mi desprolijidad y mis mocos. En el club era bueno y hacía muy bien los deportes que practicaba. Pero siempre uhubo un dejo de soledad.
En la adolescencia es cuando creció esto y a partir de los 14 años es adonde se fortaleció y el rencor, la ira y el odio se fortalecieron.