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Tú hablas de la tristeza y el enfado.
Yo creo que de estas dos emociones la que peor lo tiene en esta sociedad es la tristeza. El enfado y la ira aún se perdona, al fin y al cabo pueden pasar por una manifestación de tener carácter,personalidad, dignidad y fortaleza. Pero la tristeza y la depresión no, porque eso representa cuando has tocado fondo. De eso huyen como de la peste. Quizá porque en el fondo sea una de las "pestes modernas".
En siglo XIV, cuando las epidemias de peste, la gente huía de los apestados, pero no porque odiaran a los enfermos, sino por una razón distinta: temían contagiarse.
Creo que con la tristeza ocurre igual. La tristeza y la depresión son una peste moderna. Esta sociedad es muy propensa a hacernos sentir entristecidos ya que nos trata como a objetos, no como personas con una dignidad y un valor.
Cuando ahora con la crisis se hacen recortes de plantilla, a toda esa gente que despiden le debe dar la sensación de que son prescindibles. Es decir, que no valen. Encima en los trabajos de hoy en día en general los sueldos son bajos, y ya sabemos que el sueldo es en realidad la cifra en que te estiman lo que vales en tu trabajo. Lógicamente no se ajusta a la realidad, ya que hoy en día hay gente preparadísima y que vale mucho, con sueldos mileuristas. Pero al final es con el sueldo con lo que te tienes que arreglar para tener una casa, y sacar adelante proyectos de vida. Con lo cual va a ser una referencia de tu valor personal.
No hablemos ya de temas de pareja, la gente sabe que en cualquier momento le pueden dejar por otra persona, más joven, más divertida, o simplemente diferente. La sociedad de consumo nos ha acostumbrado a esa filosofía de usar y tirar: te compras un móvil que te hace mucha ilusión en ese momento y al año ya te están tentando a que te cambies por otro mucho mejor que ha salido. Incluso te llaman para ofrecértelo. Tienes algo que has elegido, pero la seguridad de si lo habrás elegido bien dura más bien poquito. A un móvil le da igual si lo tiras y te compras otro, porque no tiene dignidad, es un objeto, pero ¿y las personas?
La familia, pues en sólo una generación ha cambiado todo.Lo que antes era el marco de referencia bastante fiable y seguro en donde una persona encontraba apoyo, estabilidad y valoración (el que tuviera una buena familia claro) ahora ha dado paso a una situación surrealista y completamente desestructurada de matrimonios múltiples, hijos de uno y otro lado que se mezclan, y que normalmente la segunda mujer o marido, no suele tratar bien a los hijos de su pareja de relaciones anteriores por motivos de celos, y los humillan, hacen diferencias etc. Lo veo en mis alumnos, y estas situaciones constituyen ya el 75% de los casos.
En semejantes condiciones, que alguien me explique como una persona puede edificar una autoestima adecuada y una sensación de seguridad y confianza en sí mismo y en el futuro que le permita sacar adelante proyectos de vida ¿¿¿??
En las ciudades, lugar en donde cada vez más se concentra la población, no eres más que un número anónimo. Ya ni los barrios son lo que era, la gente viene y va, y los que están apenas se hablan ni se conocen ni se valoran. El tendero de la esquina ya no existe, ahora son todo megacentros comerciales e hipermercados en donde todo es anónimo incluído tú.
Claro al final la solución es emborracharse, salir de fiesta, drogarse y follar mucho (pero eso si, sin complicaciones) con el fin de olvidarse de los problemas. Y tener muchos amigos y si no aparentar que se los tiene, da igual. Hacerse 4 fotos todos sonriendo y felices con un cubata en la mano, y colgarlas en el facebook, como diciendo: a pesar de todo la gente me quiere y soy feliz. Y arreglao. El caso es que la sociedad va a valorar estas cosas, ya que son lo único que te queda para tener motivos para sentirte un poquito feliz, o al menos aparentarlo. Raramente verás a gente que te diga que se siente feliz y realizada por su trabajo, su pareja o su familia, de esos ya van quedando menos.
Otra cosa que me llama la atención es la dualidad que hay entre promiscuidad sexual (que esta sobrevalorada) y al mismo tiempo el encontrar una pareja estable fiel, que te quiera, te lo de todo y no tenga secretos contigo (cosa que también está sobrevalorado). Que me explique alguien como se puede conciliar semejante ideal de pareja con la promiscuidad sexual imperante. Claro así luego los cuernos van que chutan. Otros más eclécticos optan por una secuencia en dos fases:cuando se es joven follar mucho y al llegar a cierta edad buscar algo estable. Da igual porque cuando hacen lo de la pareja estable, se ponen los cuernos y se divorcian igual.
¿Donde queda la dignidad de las personas en todo esto? ¿Cómo puede una persona sentirse segura y tener autoestima en una sociedad que en cualquier momento la puede considerar prescindible y lanzar al cubo de la basura?
Pues nada , a pesar de lo surrealista de todo esto asunto, y de las situaciones absurdas que acabo de comentar, todo te lo perdonan. Pero lo que nunca nunca nunca te van a perdonar, es que estés triste. Si tienes depresión tienes la peste. Saben que puede ser contagiosa, señal de que la mayoría de la gente tiene los mismos motivos que tú para sentirse triste, y que hoy por hoy es demasiado fácil venirse abajo. por eso no quieren a nadie que se los recuerde.
Pero es que no es ya eso, no hace falta ir tan lejos, simplemente si tienes pocos amigos, no te emborrachas, no drogas, no sales mucho etc... tampoco te lo perdonan, porque lo toman como sinónimo de que estás triste o acabarás estándolo. Ya dan por hecho de que si no te distraes con esas cosas, vas a acabar sucumbiendo al apercibimiento de la mierda que es todo. Aunque yo digo que no tiene por qué ser así.
Bueno se nota que a mi la sociedad actual no me gusta, jeje tampoco es que la odie pero está claro que tiene muchas deficiencias y se ha llevado demasiado lejos eso de considerarnos a las personas como meros objetos. Lo verdaderamente triste no es que haya gente triste sino que nadie quiera reconocer ni hacer nada por cambiar las cosas, y aún nos lo quiera vender como lo mejor de lo mejor.
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