No desconozco esto foro, aunque lo evito, como tantas otras cosas, para evitar pensar mis problemas. Pero los desahogos son necesarios. Los pensamientos pesan.
Me parece que ayer tenía 17 años, hoy tengo 23, mañana voy a tener 30. Pero sigo estancado en el mismo lugar de siempre. Años de completa evasión. Sigo sentado en el mismo lugar, sigo encerrado en el mismo lugar de siempre. Me enfermo cada día más, psicológica y físicamente. Todas las noches siento un nuevo dolor en el cuerpo. Pero no doy ningún paso, no hago nisiquiera el intento; no me animo, no lo entiendo. Es imposible no sentirse un cobarde, no sentir una pizca de verguenza, o toda la verguenza del universo.
Mis miedos tienen la misma intensidad de siempre; mi miedo a las mujeres, mi miedo a que me juzguen, miedo a que me observen. Mi miedo al pasado, al futuro, al presente. Y no sé cómo pensarlos, no sé cómo encararlos, o cómo manejarlos. Pero no acepto ninguna caridad, ningún consejo. Me ofendo. A pesar de que me estoy consumiendo. Es absurdo. ¿Qué orgullo puedo tener en este momento? ¿Qué verguenza?
Estoy harto de vivir en un mundo de fantasías imbéciles. No tengo identidad. Me levanto todos los días pensando que soy otra persona, me acuesto de la misma forma. Y siempre es exagerado, porque necesito sofocar un sentimiento de inferioridad exagerado. Me siento ridículo. Y no busco nada, no espero nada, no hago nada, por miedo. Me desespero tanto aveces que hasta intento pensar en Dios, pero no lo siento, porque no existe, no de esa forma, lo que es aún peor.
Y sé todo lo qué debería hacer (todos lo saben después de tantos años). Pero no me animo. Es simplemente absurdo.