No vayas en primera pensando en negativo. Si en verdad es un amigo no tiene porque reírse de lo que te sucede, es muy probable que no lo comprenda pero eso no significa que vaya a tirarse al suelo a reír. A lo mejor te hace preguntas al respecto para intentar entenderlo.
Yo no tiene mucho que le medio comenté a mis amigos, y más en específico a uno, pero me aconseja y en ciertos momentos hasta hacemos bromas del problema, lo cual no implica que se burle de lo que me sucede. Pero también hay que aprender a reírse de la vida. En cierto momento me dio recelo contarlo por pena, pero al final dije: ¿si no lo comparto con ellos con quién más podría? Y pues me decidií a hacerlo.
A veces llorar no es desahogo suficiente para sacar todo lo que llevamos dentro, y es cuando necesitamos un hombro en quien apoyarnos y que nos de algún consejo. Eso sí, fíjate bien a quien se lo dices porque desde luego así como hay personas buenas que te pueden apoyar también hay quienes bien podrían usar cierta información para burlarse o hacerte daño. Te toca decidir a quien contárselo, pero con cuidado.
Y si de algo te sirve, pues acá tienes un hombro aunque sea virtual.
¡Ánimo!