Este es un sueño fácilmente alcanzable. En mi caso puedo decir con rotundidad: "¡Misión cumplida!".
Necesitaba los medios económicos necesarios. A partir de 2006 pude contar con unos ingresos estables. Planteé mi idea a mis amigos. A los de antes, a los de ahora. Ese año y después. Nadie quiso. Lo que estaba claro es que no iba a dejar de satisfacer mi curiosidad y deseos de aventura (controlada, eso sí). Comencé a viajar solo.
Hasta entonces siempre había ido a todas partes con mis papis o con otras personas. Es un gran cambio, sí, pero la clave estaba en la planificación. Siempre puede salir todo mal o simplemente distinto y reventar tu organización. Sin embargo, es más probable que todo salga a pedir de boca si realizas una mínima preparación: horarios de apertura, precios, costumbres, meteorología, restaurantes, etc.
Empecé por ciudades de mi entorno. La primera fue Valladolid. Me acuerdo como si fuera hoy. Tampoco ha pasado tanto tiempo. Estuve viendo el Patio Herreriano, comiendo en el Gambrinus y paseando por el Paseo de Zorrilla. Con los viajes para presentarme a los exámenes de oposiciones ya tenía cierto conocimiento de la ciudad. La verdad es que pude constatar que, preguntando con educación, la gente se prestaba a ayudar, incluso acompañándome a algún sitio cercano.
Más tarde quise subir las apuestas. Yo quería ir al extranjero, al Norte de Europa. Alemania era una especie de polo de atracción para mí. Londres, distintos puntos de Alemania, Viena, Roma, fueron mis destinos de verano y de diciembre. Un viaje organizado pero la mayoría por mi cuenta. Y, el año pasado, finalmente mi primer vuelo transoceánico: Nueva York.
La clave de todo es la gradación. Todo en un nivel de progresión suave pero constante. Sin miedo. También es cierto que en mi caso siempre he viajado mucho de pequeño con mi familia. Además mi tío y primos viven en Suiza y eso ha facilitado mi interés por otras culturas y otros idiomas.
Almasolitaria, la respuesta está en la voluntad. Con un conocimiento medio-alto de inglés tienes las puertas del mundo abiertas. Nunca me he encontrado en mis viajes (y mira que me han pasado cosas ridículas) ningún hecho totalmente irresoluble ni terrible que me hiciera recular y dejar de ejercitar esta deliciosa actividad.
En el foro me consta que hay muchas personas con ganas de moverse y ver lugares nuevos. Algunos lo consiguieron y otros simplemente manifiestan su deseo. Es cierto que es necesario un nivel básico de prerrequisitos pero no os preocupéis... ¡Si supiéseis la cantidad de garrulos que van por este ancho mundo sin saber ni papa de inglés y salen adelante! Con simpatía y un poquito de esfuerzo todo es posible.
¡Te animo a que lo intentes!
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