Fobia Social, Ansiedad, Depresión y Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Un caso real de curación (2012)
Vivo en la ciudad de Guadalajara, México. Soy abogado con 34 años de edad, y no fue sino hasta los 22 años que me enteré que tenía fobia social, depresión y trastorno obsesivo compulsivo. Eso lo supe primeramente investigando en internet, después de muchos años previos de vivir o mejor dicho sufrir estos trastornos que ya estaban incapacitándome de forma permanente.
El origen de todo esto se remonta a mi infancia, sin poder distinguir hasta la fecha, la causa o causas de su aparición y desarrollo, lo cual al día de hoy no importa ya, o dicho de otra forma, no resulta importante para mí.
Efectivamente, al acudir a mi primera cita con un psiquiatra, “el mejor psiquiatra” de mi ciudad, y después de practicarme algunos estudios psicológicos, me fue confirmado el mismo diagnóstico que yo mismo había deducido de mi búsqueda en la web.
A partir de ese momento, comenzó una larga lucha farmacológica de casi 11 años en contra de estos trastornos, habiendo pasado por tratamientos largos con diversos fármacos, entre antidepresivos y benzodiacepinas, como amitriptitina, sertralina, fluoxetina, paroxetina, citalopram, escitalopram, alprazolam, clonazepam, y finalmente venlafaxina y bromazepam, todos los cuales me fueron indicados de acuerdo al psiquiatra en turno (tuve 3).
Durante años se me insistió que mis trastornos tenían diagnóstico y tratamiento, pero que al igual que el diabético debe tomar insulina durante toda su vida, de igual forma yo debería tomar mis medicamentos. Y además, todo ello con el sufrimiento e incomodidad que conllevan las reacciones secundarias y el costo tan importante que representan, además del pago de las consultas médicas.
No voy a entrar en mayores detalles, de todo el desgaste que mis tratamientos trajeron, todas las horas que invertí en descubrir nuevas alternativas y buscando que medicamentos se adaptaban mejor a mi organismo. Y no lo haré pues eso es algo que la mayoría de ustedes conoce y les ha tocado vivir.
Lo que me trae aquí, es el deseo de compartir mi caso en el sentido de que logré en tan sólo 4 meses, superar totalmente mis fobias y depresiones, de tal forma que el día de hoy no tomo un solo medicamento ya sea alopático u homeopático.
Y todo ocurrió cuando hace algunos años conocí a un agradable doctor especialista en medicina tradicional china, homeopatía y acupuntura, y a cuya consulta me abstuve de asistir, pues a mí todo esto de los remedios alternativos siempre me había parecido una tomadura de pelo, habiendo ya experimentado con gránulos de azúcar con valeriana, gelsemium, e incluso con comprimidos de Hierba de San Juan, sin haber obtenido jamás mejoría alguna.
Sin embargo, a comienzos del mes de octubre de 2011, tomé la decisión definitiva de terminar con mi vida, teniendo planeada mi muerte hasta el último detalle, lo cual en ese entonces me parecía una idea fascinante, hermosa, perfecta. Pero un día, saliendo de mi oficina, de alguna forma me encontré a este doctor en la calle, quien me reconoció e invitó a acudir a consulta, lo cual hice sin ninguna esperanza.
Quizá parezca ridículo insistir en que, después de todos los tratamientos que tuve con medicamentos alopáticos, la acupuntura y la homeopatía lograron curarme en un lapso de aproximadamente 4 meses. Pero reitero que el día de hoy, puedo salir a la calle sin tomar absolutamente ningún medicamento, ni siquiera homeopático, ya que la finalidad del tratamiento del que les hablo, es que al paciente se le dé de alta y pueda seguir su vida con absoluta normalidad.
Si les digo que durante esos cuatro meses de tratamiento, lo más difícil fue la etapa de desintoxicación con de la venlafaxina y el bromazepam, que fueron los últimos medicamentos alopáticos que tomé. Una verdadera pesadilla que duró alrededor de 20 días en los cuales yo creí que ahora perdería la cabeza de forma irreversible.
Trataré de explicar en forma breve en que consistió el tratamiento que llevó a mi cura.
Este doctor descubrió hace algunos años, que la aplicación de puntos de acupuntura en áreas específicas del cuerpo, permitían abrir canales para que el medicamento homeopático llegara justo a los receptores necesarios. Es importante comentar que mi doc trabaja con homeopatía a potencias LM. Además, he de decirles que el medicamento homeopático podrá ser diferente en cada caso en particular. El que me fue administrado es Arsenicum Album, altamente potenciado (léase muy diluido), en donde aunque los elementos o la información que lo componen se encuentra reducida en cantidad, la misma está más purificada, decantada y por lo tanto es de acción más profunda.
El tratamiento con este medicamento duró 8 días, en los que se me dio un pequeño frasco con Arsenicum Album, el cual debía golpear en repetidas ocasiones contra un libro, de tal forma que el medicamento se activara, seguido de lo cual debía mezclarlo con 8 cucharadas de agua en un vaso de cristal, tomando una cucharada el primer día, dos el segundo, y así sucesivamente hasta llegar a 8 cucharadas el último día.
Terminado esto, siguió una semana sin medicamento, en la cual yo debía de ir registrando los sucesos o situaciones en las cuales advirtiera ansiedad, si es que esta se presentare, logrando sentirme bien en un 60% aproximadamente. Por lo que me fue administrado de nuevo el medicamento durante 8 días más, de la misma forma, hasta llegar a un 80% de bienestar total.
Durante este tratamiento, cada tres días debía acudir a sesiones de acupuntura, las cuales se prolongaron incluso después de concluido el tratamiento con medicamento homeopático, y hasta llegar al 100% de mejoría.
Con la acupuntura, también logré eliminar los temblores que la ansiedad social me generaba en mi rostro al sentirme observado por otras personas, y actualmente estoy en tratamiento con Lycopodium para revertir el daño sobre la memoria, que me dejó el uso de las benzodiacepinas durante tantos años.
Les comento que siempre me propuse que si algún día llegaba a curarme, compartiría mi experiencia con todos ustedes. Deseo ayudar a toda aquella persona interesada en curarse verdaderamente, para lo cual pueden mantenerse en contacto conmigo.