Buenas, hacia 3 años ya que no entraba aquí, y al ver la web en mis favoritos escondido por ahí he pensado que quizás a alguien le haría gracia leer un caso de superación, para confirmar que no es imposible.
Para empezar decir que he superado el 90% de mis problemas, he tenido tres relaciones en tres años, una de 4 meses, otra de 3 semanas y la actual de 1 año y poco, y he perdido el miedo tanto a las relaciones amorosas como amistosas.
Pequeño resumen de mi
problema:
- Sentía una ansiedad brutal en espacios públicos, tanto en la calle ( impresión de caminar mal, sentirse observado, cruzar miradas y creer que te juzgan etc..) como en transportes públicos, hasta el punto de saltarme una parada por el simple hecho de no pedir permiso para pasar hasta llegar a la puerta, o sentir sudores frios y temblores al sentarme en un asiento de 4 con gente delante, etc.
- Era incapaz de relacionarme sin parecer Woody allen en sus papeles de esquizofrénico a la hora de conocer gente nueva, y ya no digamos hablar con gente del sexo opuesto. Lo típico de perder todo el carisma de golpe y recuperarlo cuando ya no hay nadie cerca.
- Autoestima: Nivel alimañana.
Y pequeño resumen de mi evolución
- Vereis, constantemente me obligaba a salir de noche con un amigo, a un bar de rock bastante conocido de Barcelona, cada sábado, sin falta. Me daba igual que no fuera un playboy, yo me arreglaba, me ponía presentable y a pasarlo bien, billar, futbolín música y bebercio.
Obviamente era un
negado con las mujeres, las veía en el bar de vez en cuando cruzando miradas (nada provocativo tan sólo miradas fugazes de curiosidad), e intentaba seguir con mi noche de forma bastante pasiva. Llegaba a casa un poco bebido, me tumbaba en la cama y me imaginaba una y otra vez haciendo las
mil y una cosas que podría haber hecho para entablar conversación con "Esa chica de ahí".
Pasaron hasta
2 años sin ninguna novedad notable, más que un par o tres chicas
"amigas de amigos de.." cruzando palabras, siempre bastante nervioso. Pero sabeis, en ese ambiente hay algo bastante molón, y es que juegas con gente random (billar-futbolín-dardos lo que sea), te relacionas mínimamente, les das la mano, de vez en cuando me felicitaban o yo a ellos, tanto hombres como mujeres (Sí, las mujeres también juegan), y muy poco a poco te das cuenta de que, coño, has cruzado palabras con todo el bar, y al tiempo todos te son familiar, y siempre hay algun amigo que acaba conociendo a un amigo de un amigo de...
En fin al lio... Una noche, estabamos a las puertas del bar debido a la adicción a la nicotina de mi colega, cuando una chica le pregunto a mi amigo por mi (en nombre de su amiga, que tenía al lado).
BINGO
No hay nada que de más seguridad que la seguridad de saber que alguien se ha interesado por ti. Eso fué cómo una inyección de carisma.
Les propusimos una partida de billar. Durante la cual me fuí presentando a la "afortunada", que por cierto era una chica bastante atractiva, que más tarde acabó siendo la relación de cuatro meses.
En fin, que parecía más nerviosa (e interesada al mismo tiempo) que yo, lo cual me dió aún más seguridad y pude porfin sacar ese ingenio que parece que sólo aparece cuando nos vamos a dormir y repasamos todo lo que podríamos haber dicho en nuestras conversaciónes durante el día.
No me enrollaré más, sólo decir que de esa noche
me largué poniendo una escusa barata, simplemente por que empecé a ponerme nervioso, pero no sin antes intercanviar emails y facebook, lo cual
dió paso a una cita, que dió paso a otra etc.
Sólo decir que
salir con alguien no soluciona mágicamente la fobia social , pero sí ayuda, y poco a poco enfrentas otros problemas que dejan los demás un poco en segundo plano, y sinceramente al menos
en mi caso, la primera relación en tiempos difíciles es una especie de portal para las siguientes, es decir q
uitan bastante el miedo de relacionarte a posteriori.
Y nada, la verdad es que ni siquiera miraré si alguien ha contestado, pero pasé un tiempo en esta página y pensé que sería bonito despedirme aunque sea tres años tarde
Oh, un consejo: Nunca dejeis de intentarlo, aunque hayan pasado años sin mejoras, aunque hoy hayais salido a la calle y hayais deseado evaporaros, mañana, la semana que viene, el mes que viene o el año que viene puede darse la vuelta a la tortilla, os lo juro. Yo pasé de ser un inadaptado social total, un tarado que se movía por la calle cómo un ratón colorado, sin más que un par de amigos, a un tio con un autoestima decente, varias relaciones y un porrón de amistades (ojo, de las de verdad, verdad, tan sólo tres) que ya puede andar por la calle con la cabeza bien alta.