pienso que si
la gran mayoria de deformaciones de la columna no son por malformaciones oseas sino por tensiones musculares que se hacen crónicas y que "tiran" del hueso, y esos musculos contraidos, acortados, esconden un miedo, una tensión.
Nuestro cuerpo se tuerce y eso influye por ejemplo en nuestra respiración, que se hace incompleta... lo que alimenta el problema. Al final tenemos un comportamiento inseguro, tenso, que se corresponde con nuestro físico.
A veces no nos duele nada, no parece que haya nada que corregir a nivel físico, pero la tensión está ahí... no consciente, y basta que unas manos expertas palpen nuestros musculos para que detecten los nudos musculares que pueden llevar años agarrotados.
Lo bueno es que si conseguimos soltar esas tensiones petrificadas nos enderezamos al instante, pero quitar una tensión que podemos arrastrar desde niños puede ser dificil, entre otras cosas porque va asociada a una tensión mental que posiblemente ni veamos, y lo que no vemos es lo mas dificil de corregir
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