Cita:
Iniciado por doce-sales
Yo creo que amar seria lo ideal sin el afán posesivo.
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Yo no le veo la lógica a ese planteo (tan de moda, por cierto).
No creo que haya amor sin deseo, y el deseo quiere para sí; busca poseer.
El "amor desprendido", ese que dice: "Te amo, y no me importa si te tengo", es un sentimiento que, en el caso de existir realmente, no debería ser llamado "amor".
Todo el que ama
quiere al ser amado, lo desea, lo busca e incluso lo necesita. Pero me pondrán como ejemplo de lo contrario una frase poética al estilo:
"No me importa dónde te halles, ni quién más sea tu vida, ni si me recuerdas. Pero yo te amo, y siempre lo haré. Tan sólo deseo que seas feliz, con o sin mí "
Y chorr... ejem, cosas por el estilo. Me dirán: "¿Y qué decís sobre eso? ¿Ese amor desinteresado no es verdadero amor puro?".
Yo
os contesto: ¿Cómo pueden ser tan ingenuos? ¿Creen que esa persona que dice "amar desinteresadamente" no desearía más que nada en el mundo que el objeto de su amor esté a su lado?
Lo único que ha hecho esa persona es resignarse a cargar sobre sus espaldas el martirio de un amor no correspondido. En vez de aceptar la realidad y hacer lo sensato, esto es dejar de amar, prefiere seguir prendido a una tortuosa esperanza. Necedad pura, y falta de honestidad.
Cabe aclarar aquí que una cosa es "amor" y otra muy diferente es "cariño". El cariño sí es indiferente, no desea y no quiere para sí, al menos no tanto como el amor. Por eso es que sí es perfectamente posible sentir
cariño desinteresado, como una especie de simpatía, un "espero que estés bien donde quiera que estés".
¡Y justamente por esa indiferencia es en parte por lo que el querer es menos intenso que el amar!
¿No se ve lo absurda que se presenta la idea de amar pero no desear? Casi instintivamente sabemos interpretar la búsqueda por parte del otro como una muestra de amor, y el desinterés como una muestra de lo contrario; de indiferencia.
La idea del amor desinteresado seguramente surge de los inconvenientes que trae ese afán posesivo tan propio del amor. Pero sucede que de eso se trata amar, y de ahí surge quizá el mayor dilema que enfrentan los amantes: Que su pareja desee tanto poseerlos como ellos poseerla, y viceversa. Si el amor es genuino por ambas partes habrá sintonía, pero si uno ama más que el otro (si es que se puede "amar más o menos", un servidor opina que se ama o no se ama), entones surgirá el conflicto.
No habría que olvidar diferenciar entre lo que se entiende por afán posesivo SANO de obsesiones relacionadas con una "dependencia patológica" (celos enfermizos, falta de respeto a la individualidad, etc). Cuando hablo de afán posesivo sano me refiero al deseo natural y lógico del amante por tener a su lado al objeto de su amor. Este "a su lado" no tiene porqué ser interpretado necesariamente como presencia física, sino más bien como el deseo de ser correspondido en el sentimiento:
El que ama a alguien necesariamente desea que esa persona también lo ame.
¿Cabe en la imaginación lo contrario, amar a alguien pero no desear que esa persona también nos ame?
Así de coherente es el "amor desinteresado".