El
oro, la
fama, el
poder... todo lo tuvo el hombre que en su día se autoproclamó el Rey de los Piratas: Gold Roger
(en fin).
Siendo más realista, me gustaría:
-Que este próximo año se definan de una vez los contornos de mi destino, ya que ahora voy disparado hacia ninguna parte.
-Poder seguir de buen humor a pesar de mis fracasos sociales (creo que estoy aprendiendo a quererme a mí mismo
¡Pero que majete que soy! XD).
-A ver si con un poco de suerte cierta joven muchacha de mi clase me sigue hablando con tan buena disposición como lo ha estado haciendo las últimas semanas. Quieran los orbes celestes que la chica se dé cuenta de lo mucho que tenemos en común. Es más, si los orbes quisieran, a mí no me importaría recordarle con regularidad lo maravillosa que ella me parece.