Después de leer el artículo, tengo para mí que, tal como se presenta, hay más pros que contras en ser sensible. Me explico.
Nada que objetar a las ventajas de la persona sensible, en cambio, sí se debe matizar el tema de los inconvenientes.
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Sobre - estimulación. Puede ser que alguien se vea desbordado porque llevando su sensibilidad al extremo, todo le afecte en gran medida. Sin embargo, las personas introvertidas contraponemos ese defecto con una personalidad egocéntrica, aislada del mundo exterior. Nos afectan las circunstancias que nos rodean, pero somos más sensibles a nuestro mundo propio que no tiene por qué verse saturado.
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Susceptibilidad. Esto también tiene dos maneras de enfocarse: afectándose por cualquier pensamiento, comentario o postura externa; o, también, siendo más cautos y reservados frente a "los cantos de sirena". Estar siempre ojo avizor es fundamental para no dejarnos engañar y manipular.
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Necesidad de espacio propio. El propio comentarista se pregunta si se tiene que considerar un inconveniente. Obviamente, no. Es un rasgo de persona madura, independiente y sin temores.
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Perfeccionismo. ¿Cuál es el problema?
El único error que se suele cometer cuando se es perfeccionista es reproducir los cánones de la perfección, sin tener en cuenta que ésta es variable. Si uno es dueño de su concepto de perfección no le importará que el trabajo se haga de un modo considerado atroz por otros. Es su forma de interpretar la perfección, de hacer las cosas bien. Pensar nunca está de más, siempre hay que pensar y pensar y pensar y no dejar de pensar.
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Anacronismo.
Me hace mucha gracia porque, el "némesis" de la persona sensible, según se cuenta, no es más que un autómata sin identidad propia, un trasunto de otros. El sensible anacrónico es auténtico, único, diferente
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