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Iniciado por Leonardo101
No se trata sólo de mi líbido, la sociedad está llena de hombres con pulsiones. Hay que ser pragmático.
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Argumento de peso, diga usted que sí...
. Además, siendo rigurosos, el pragmatismo filosófico identifica la validez y veracidad de un acto por sus consecuencias, no por sus antecedentes. Ciñéndonos a la prostitución y otorgándole un valor que jamás tendrá, se puede aseverar que quien recurre a ella, habrá conseguido sexo, pero es indefectiblemente bastante más mediocre que sus pares por haber recurrido al pago.
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Tu ejemplo es incorrecto porque en este caso, el terrorismo sería el mal menor.
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El ejemplo es muy correcto, lo que pasa es necesario entender lo que se lee antes de emitir juicio. Si los individuos (supongo que las mujeres también tendrán pulsiones y no sólo los hombres...
) tienen pulsiones generadoras de catástrofes, mejor canalizarlas de una manera más o menos reglada, de acorde con unos criterios. La pulsión violenta puede ser enfocada mediante la guerra cuyas bases sobre qué es lícito o no están aprobadas por la Comunidad Internacional, mientras que el terrorismo, como su propio nombre indica, plantea el caos sin atender a mínimas normas. La guerra sería, por tanto, el mal menor.
Naturalmente, esta dicotomía es tramposa porque, por muchas reglas que existan, en un conflicto bélico los contendientes se las saltarán para alcanzar sus objetivos. Caso mimético a los que prostituyen a las mujeres, ejercen una violencia sobre otras personas y, con la máxima desvergüenza, pretenden hacerlo pasar como algo tan aceptable como comprar helados.
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Pues igual que si yo tengo un jefe que me obliga levantarme temprano por la mañana y durante la mayor parte del día hacer cosas que no me gustan; puede que debiera llamarlo trabajos forzados según tú; pero lo cierto es que lo hago voluntariamente porque comprendo los beneficios a largo plazo para mi economía.
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Esto sí que es un ejemplo incorrecto y muy poco original. No se puede comparar un trabajo con una situación de esclavitud pese a que las condiciones del mismo sean ominosas. En cualquier caso, si para defender tu tesis afirmas que estás dispuesto a rebajarte a niveles subterráneos para unos supuestos beneficios, está claro que te consideras bastante poca cosa. Comprenderás que no podemos permitir una sociedad donde impere pensamiento tan bajo.
Ese "matrix" que algunos inventan en el cual hay chicas que, pudiendo ser auxiliares, doctoras, bailarinas, empresarias o puericultoras, prefieren dedicarse a dar doscientas mamadas en una noche a desconocidos, resultaría estrambótico si no fuese indecente.