Hola amigos, quiero contaros mi historia para desahogarme y para que os pueda servir de ayuda, si vivís una situación parecida a la mia.
No sé si padezco fobia social, aunque creo que los tiros van por ahí.
EL ORIGEN
Creo que los factores que pueden haber provocado mis problemas son los siguientes:
- Madre sobreprotectora con una personalidad arrolladora a su manera. Padre muy responsable y dedicado a su trabajo. Por su preparación cultural, no creo que tuvieran sensibilidad para detectar en mí los problemas que creo que arrastro desde entonces.
- Infancia solitaria: vivíamos en una finca muy alejada del pueblo, y tuve poca relación con otros niños, en parte por que mi madre no me dejaba apartarme de su lado ni a sol ni a sombra.
- Mi padre tenía una posición de autoridad en aquella finca, lo que me aislaba aún más de la gente de mi entorno (niños y mayores).
- A su vez, a la finca acudían otras personas de elevada escala social (los dueños y sus amigos), que ejercían un papel de autoridad fuerte sobre mi padre. Vamos, que socialmente me encontraba en medio de dos situaciones extremas ¿recordáis el papel de Agustín González en "Los Santos Inocentes"?, pues yo era su hijo.
Con estas condiciones previas, me mandaron a un internado para niños que, como yo, vivían lejos de los colegios de sus municipios. El ambiente allí era bueno academicamente, pero un poco salvaje para un niño que no se había fogueado adecuadamente. Además, por destacar en mi primer año, me saltaron dos cursos, por lo que era el más pequeño de la clase (un año menos que la mayoría) y además era muy pequeñito para mi edad. Si a esto le añadimos que era nulo jugando al futbol, pues podéis imaginar que no era precisamente el héroe del colegio. También era bastante ingenuo, no sé si por falta de experiencia o de nacimiento.
Allí lo pasé mal y, aunque no recuerdo que me pegasen los demás niños, si era uno de los que recibían más burlas del colegio (recuerdo que me pusieron de mote "la guarra", no se porqué).
Posteriormente pasé por otro internado en 1º de B.U.P., viví con mi hermana en la ciudad hasta C.O.U., y me marché a estudiar fuera durante la carrera universitaria.
En todos estos años, los síntomas más fuertes de aislamiento se manifestaron en:
- cuando iba a la finca a casa de mis padres, me escondía de los dueños de la finca y de sus hijos; no soportaba que me vieran unas personas a las que yo consideraba superiores y a las que detestaba.
- cuando me fuí a estudiar la última parte de mi carrera a Madrid, evitaba ir a clase. Creo que acabé la carrera gracias a un compañero de piso que me pasaba los apuntes, y me ayudó mucho.
EL RESULTADO
Ahora estoy casado y tengo dos niños. Como soy funcionario, he llegado a ocupar una plaza bastante buena, gracias a mi antigüedad en la Administración. Sin embargo, sé que no la hubiera conseguido por méritos propios, pues no he desempeñado bien mi trabajo debido a mis problemas.
¿Como vivo ahora? Pues la verdad es que no soy feliz. Tengo una mujer estupenda, como persona y además es muy atractiva, y mis niños están sanos y son muy monos. Tengo una buena posición económica, tengo un buen patrimonio inmobiliario y mi mujer se está asentando laboralmente. Y sin embargo, como os digo no soy nada feliz, yo diría que soy muy infeliz. ¿Por qué? Pues porque no me relaciono nada bien con la gente:
- Me siento torpe, estúpido, no me entero de nada cuando me hablan (no sé si por la ansiedad que me crea la relación con la gente, por falta de interés o por que soy realmente lerdo).
- Como consecuencia de mi complejo de inferioridad (o de mi inferioridad real), tengo malos sentimientos hacia los demás.
He intentado arreglar mis problemas mediante psicólogos, algún psiquiatra y practicando yoga. El resultado es que no he conseguido nada sustancial. Las terapias psicológicas se basan, aparte de en hacerte conocer tu problema, en ponerte a prueba en la vida real ante las situaciones que te provocan ansiedad y bloqueo. Esto requiere una voluntad de hierro, que yo no poseo. Cuando estoy en el fondo del pozo, consigo motivarme, y la verdad es que obtengo buenos resultados. Pero cuando me recupero y empiezo a disfrutar de la vida, no consigo mantener la disciplina, y además internamente rechazo hacer lo que me dice el psicólogo, supongo que por que no quiero reconocer mi problema.
En cuanto al yoga, lo he practicado y creo que he aprendido algunas cosas, pero me pasa lo mismo, en cuanto estoy bien, siento un enorme rechazo a sentarme en el suelo y a meditar. Algo superior a mí (quizá un diablo que llevo dentro) me aparta de su correcto ejercicio, aunque racionalmente sé que este es el camino.
En ambos casos, psicólogo y yoga, cuando llevo una temporada sin problemas (esta última ha durado desde octubre hasta el pasado febrero), me autoconvenzo que estoy curado y dejo de acudir a las sesiones de consulta o de yoga. El resultado no hace falta que os lo diga: surgen varias situaciones complicadas en cuanto a la relación con la gente, y me vengo abajo.
En fin, ahora mismo estoy peor que nunca, pues llevo casi dos meses hecho polvo, sin ánimo y sin ganas de trabajar, de apretar los dientes y poner en práctica todo lo que me conviene y desesperado. Además tengo una enorme sensación de culpabilidad por el daño que le estoy haciendo a mi mujer y el que puedo hacerle a mis hijos si continúo así.
He buscado un nuevo psicólogo, y me prometo que voy a seguir a rajatabla todo lo que me diga. Además voy a meditar mucho...... pero no confío en mí, y temo a ese otro yo que me impide salir de este agujero absurdo en que se ha convertido mi vida.
Solo quiero desearos mucha suerte, y deciros que este tipo de problemas tienen solución si se cuenta con el apoyo adecuado y la motivación necesaria........ la que yo no he tenido hasta ahora.
alpi
Julio 2004