Son amargantes para mi... ver como todo el mundo está feliz buscando un sitio al que ir en nochevieja a pasarselo de lujo con sus amigos mientras yo me resigno y me meto en mi cuarto a liarme a llorar.
Y lo que es peor, las típicas preguntas de los amigos de tu familia, ¿no sale tu hija esta noche?
No ni esta noche ni nunca, ya que mi **** fobia no me permite relacionarme aunque es lo que más deseo hacer... pero claro, me tengo que limitar a responder un; no, esque no me encuentro bien... y volver a quedar como la rara de turno.
Es tan grande la impotencia de querer y no poder... y más o menos lo voy "voy sobrellevando" pero cuando se acercan estas fechas me es imposible.