Buenas a todos. Mi nombre no importa, espero que no lo tengáis en cuenta. Hoy por hoy tengo 18 años, de los cuales, los últimos cinco, he padecido en gran medida eventos y efectos similares a los que leo por aquí (extrema timidez, vergüenza para hacer casi cualquier cosa en público, un profundo dolor psicológico, falta de identidad... e incluso cobardía).
Los dos últimos han sido sin duda los peores, aunque los síntomas de FS se han ido diluyendo, vivo prácticamente solo; no sólo he faltado y falto muchísimo a clase, si no que ya no me puedo imaginar una vida sin alcohol y psicoactivos. Amén de la cajetilla por día cuando hay plata.
Reflexionando, he llegado a la conclusión de que si en su momento hubiera demostrado más fortaleza, hoy estaría en la universidad, con mis mejores amigos y a escasos metros de la mujer más hermosa en todos los sentidos que he conocido. Sin embargo, no siempre las cosas son como uno quiere, y ahora me pudro en el pueblo en el que nací, sin perspectivas y cada día más frustrado por la adicción, la pérdida del físico que tenía cuando jugaba al rugby y la soledad, que sin duda es el peso más dificil de arrastrar.
Por ello, no penséis que siendo "normales" todo será felicidad y las cosas irán a mejor. Yo superé la FS, pero cometí tantos y tantos errores que ya no puedo contarlos. Lo que quiero deciros no es lo que queréis oír, pero me gustaría que pudiéirais absorber algo de mis experiencias: la FS os hace únicos, jamás dejéis de pensar. Escribid, cread música, expresaos de la manera que más os guste, pero no dejéis de valoraros, de mostraros dignos y de denunciar la situación en la que vivimos, porque no somos los culpables de la misma. Recordad, por último, que Dios o aquello en lo que creáis, reserva sus batallas más difíciles, para sus soldados más fuertes.
¡Saludos y silencios!