Mis padres, cuando era pequeño, tuvieron la genial idea de meterme en un colegio interno de esos que están perdidos en medio de ninguna parte, ya que ellos "creían" que como yo por esos tiempos era buen estudiante, no sería mala idea llevarme a un lugar en dónde aún pudiera mejorar aún más mis notas (aparte que sabían que yo era por ese entonces algo introvertido, tuvieron el equivocado pensamiento que llevándome a un sitio en donde no tenía más remedio que estar con otros chicos de mi edad me facilitaría el abrirme al mundo más).
Bien... Que yo sepa los colegios internos son una de las típicas amenazas que los padres hacen a sus hijos cuando no se portan como debieran en casa, por lo que en aquel colegio estaba reunido la peor calaña de "personas" que jamás pude haberme imaginado en vida, los cuales SEGURAMENTE estaban allí porque sus padres preferían tenerlos allí que en casa...
De ahí suma y multiplica y baja la cifra siguiente...
¿Qué iba a hacer yo, un tierno e inocente infante (10 años) incapaz de matar una mosca, entre una población mayoritariamente hostil?
No sé ni como pude pasar cuatro años allí. Salí hecho polvo, con la moral por los suelos, pensando que todo el mundo es una mierda.
Pero ahí no acaba la cosa... Cuando me volví a cambiar de colegio, me llevaron a un colegio de Madrid capital, siendo yo de mentalidad más "pueblerina".
En resumen... Que yo era el alumno de ese colegio que más lejos vivía: Tardaba una hora en llegar al colegio, teniendo que usar primero un autobús, luego el metro, y luego tener que hacerme unos 500 metros generalmente corriendo...
En clase, ya de primeras, era conocido como "el puerco", porque llegaba apestando a humanidad (20 minutos de autobús, más 35 de metro) y sudando como un cerdo (todo lo anterior más los 500 metros a lo Carl Lewis)... y si ya añadimos que además tengo un exceso de sudoración, ya uno se espera el resultado: ¿qué pinto yo entre una marabunta de estudiantes aseados, traidos por sus papis al colegio y que seguramente vivirían a cuatro pasos del colegio?
Y ya cuando descubrieron que era de "pueblo", ya ni hablemos...
Aunque la gota que colmó el vaso fue al año siguiente, cuando la FS había comenzado ya a destrozarme por dentro, 1000 veces aumentada de cuando salí del colegio de los "delincuentes" (tampoco sería para tanto, pero la FS lo aumenta).
Un cruel juego de una clase de tutoría: cada alumno/a tenía su propia hoja de papel con su nombre escrito en la parte de arriba, la cual había de ser pasada entre todos los compañeros de clase hasta que volviera a las manos de sus correspondientes dueños. Cada alumno debía escribir un pensamiento rápido sobre lo que pensaba de la persona escrita en la parte de arriba y hacer un doblez a la hoja para que los demás no vieran el resto de opiniones...
¿Qué fue lo que me encontré en mi hoja, con mi nombre escrito arriba? Lo siguiente: serio, amargado, aburrido, antisocial, antisocial, amargado, aburrido, soso, insociable, bobo, cachondo mental
(este seguramente viniera del "simpático" de la clase, así que no la tomé en cuenta, porque seguramente se lo dijera a todos, sea quien fuera).... ya no recuerdo si alguien dijo algo positivo, pero sería algo tan ínfimo que seguramente ni lo noté...
Este detalle, que puede ser tonto para algunos, fue lo que acabó por destrozarme por completo... Mis notas cayeron en picado, me llevé las mayores broncas de mi vida en mi casa, tuve que repetir curso (yo, una persona que antes era de los que mejores notas sacaban, ahora siendo un fracasado)
Llevo perdidos 4 años de estudios, porque era incapaz de terminar los cursos... siempre dejaba el colegio a los dos meses de haberlo comenzado... Me sentía fatal con el sólo sentarme entre la gente. No estudiaba, faltaba a clases, prefería quedarme las 5 horas de clase deambulando por las calles que dentro de la clase.
Ahora, por fín, estoy yendo a una escuela de adultos (tengo 21 años, así que sería vergonzoso para mí el tener que seguir yendo al instituto) y parece que vuelvo a coger el ritmo para conseguir aprobar de una maldita vez algo que debía haber aprobado ya hace tiempo. Me sigue dando pánico la gente, pero esta vez no voy a dejar que ese pánico vuelva a afectarme de la manera en la que lo hizo.
En fín... Ahora quiero entrar en la Universidad, lo cual seguramente suba mucho mi autoestima en cuanto lo consiga (aún tengo que aprobar el último curso antes de poder entrar).
Eso es todo lo que puedo decir (hay más, pero acabaría escribiendo un libro completo si lo contara).