Iniciado por Cherry_x

totalmente cierto

aunque tambien creo q en algunos casos puede pasar q el otro sea de ayuda para curarse, eso no se

Iniciado por Sobrenombre92

Lo primero aclarar que el título del tema es sólo una conclusión a la que he llegado, y puede que no se cumpla en todos los casos de fobia social.

Expongo mi caso:

Hace dos años y pocos meses empecé una relación con una chica. Si ella no hubiera dado los primeros pasos jamás habría salido con ella, ya que con mi timidez es imposible llevar la inciativa.
Me lo pense bastante, no sabía si una relación novia-fobia social-yo iba a ser posible.

Al principio la cosa fue bien, todo parecía un sueño, me sentía con las típicas mariposas en el estómago.
A las dos semanas ella ya se empezó a mosquear porque no la había besado, que si era por ella, si no me gustaba... Pude dar ese paso, me costó un poco pero pude.
Fui contándole un poco que tenía fobia social (no dije fobia social, sólo le describí algunos síntomas) y ella lo entendió o eso creía.

A los meses volvió a enfadarse un poco diciéndome que no le contaba las cosas, que por qué estaba así (empecé a deprimirme bastante al ver que por culpa de la FS no podía decir y hacer muchas cosas con ella)
Yo esquivaba la pregunta siempre que podía, nunca le decía la verdad. Ella asumió que yo era así, que ese era mi carácter.
Le prometí muchas veces que iba a cambiar, y lo intenté, fracasando siempre.
Cada vez tenía menos paciencia conmigo, ella no entendía nada. Evidentemente yo tengo toda la culpa, nunca le expliqué bien lo que me pasaba, y aunque intentaba cambiar siempre acababa igual o peor. Además es muy difícil entender a un fóbico social si nunca has sufrido FS.
Ella me repetía una y otra vez que podía contarle cualquier cosa pero que si no había comunicación no iba a poder ayudarme. Al estar yo mal y ella no poder ayudarme empezó a sentirse mal, y eso me hacía sentir fatal. Era un bucle y no había manera de pararlo. Aguantamos así dos años, si no llega a ser por su paciencia hubiéramos durado 3 meses.
Se enfadó conmigo (con toda la razón del mundo) y me dijo que no podía seguir así.
A los dos días le envié un mensaje pidiendole una oportunidad y volvimos. Aguantamos todo el verano. Yo seguía con la misma forma de ser, ella se quejaba de que nunca le contaba cosas.

Al terminar el verano empezó una mala racha (ella lo llamaba así), nada me salía bien. Yo cada vez estaba más distante, cuando quedabamos con más gente era muy evidente. Casi siempre después de quedar con otras personas ella se enfadaba porque era cuando más se notaba. Era insostenible.
Esta mañana hemos hablado y me ha dicho que quería hablar conmigo, que tenía que sincerarse. Yo ya sabía lo que me iba a decir y me he preparado mentalmente para no sufrir en el momento en el que me lo dijera. Me ha dicho que había pensado que lo mejor era que lo dejáramos y que siguiéramos como amigos, que no podía seguir así. Le he pedido un argumento y ha dicho que ella se sentía muy mal a verme a mi mal, y que no quiere seguir sintiendose así (la entiendo perfectamente).
Hemos quedado como amigos y se ha sorprendido de que me lo tomara tan bien (no sabe que llevo preparándome para ese momento desde que la relación empezo a ir mal). Me ha pedido perdón varias veces, y le he dicho que ella no tiene ninguna culpa. Y aquí acaba la historia de amor, la única historia de amor que va a haber en mi vida. Yo tengo toda la culpa, si hubiera cambiado todo habría sido genial.
Ahora me siento fatal, había idealizado una vida con ella. Si ella no está no tengo motivos por los que luchar, sé que voy a ir a peor, en picado.

De esta experiencia saco la siguiente conclusión:

Los fóbicos sociales no deben tener pareja, ya que van a hacer daño a la otra persona y a ellos mismos.

Para tener pareja hay que estar bien con uno mismo. En este foro he leído a muchas personas que piensan que estar con una persona es la solución a todos sus problemas, nada más lejos de la realidad. Así sólo van a cometer el mismo error que yo.

Si vas a empezar una relación que sea para estar bien.