Hola. Les voy a contar de una cosa que me pasó, y me gustaría saber si les ha pasado, o si han sentido algo parecido, obviamente también me gustaría leer opiniones.
Tengo que aclarar que no soy ningún super escritor, así que perdón por si hay alguna falta ortográfica o si la historia se vuelve aburrida (escribir es todo un arte).
Hay una persona involucrada, a la cual llamaremos "Vanessa", el otro soy yo claro está.
Estaba yo viviendo mi aburrida vida, posiblemente viendo tv o leyendo algún libro, en lo que me cae una notificación del whatsapp que me muestra que me han agregado a un grupo de fóbicos sociales. Yo encantado de la vida, porque cualquier cosa que me haga distraerme un rato me sirve.
Acá hay todo un tramo de tiempo que ni importa, que se resume con que me quedé en el grupo, hablamos, etc etc.
El grupo al parecer pertenecía de este foro, y varios ya se conocían, pero yo recién estaba conociendo; por ahí me caían bien algunos, mal otros, lo típico... pero luego estaban los que me daban curiosidad (siempre he sido un curioso, más cuando se trata de "la forma de ser de las personas").
Ahí conozco a Vanessa, un número sin foto ni estado que desbordaba simpatía y humildad, un sentido del humor muy blanco, pro con un toque de picardía. Una persona así nos resulta normal a todos, de no ser que Vanessa también desbordaba inteligencia, y oh dios, como me atraen las personas inteligentes (lo digo en el buen sentido).
Ahora es cuando quiero explicar mis sensaciones, porque de eso se trata.
A muchos de nosotros, cerebritos egocéntricos, con miedo al mundo exterior, se nos hace difíciles ver a los otros como pares, como seres iguales. La verdad toda mi vida me he sentido un alien en un mundo que no es mio, siempre he visto a la gente por encima, la mayoría me parecen tontos. ¿No les pasa que sienten que las personas son de cartón?
En mis 20 años de vida, nunca me había sentido "humano", y era realmente porque nunca conectaba con nadie, incluso cuando he estado enamorado y con pareja, he sentido esa falta de conexión.
Vanessa me mostró un mundo nuevo, describir su forma de ser es un insulto, porque básicamente es imposible, me hacía sentir que a cada momento me desafiaba con su inteligencia, su orgullo, su manipulación (sentía que hablaba con una versión femenina de mi mismo), e incluso sin conocerla (porque nunca me dijo siquiera su edad, solo me dijo que era "mayorsita").
Las conversaciones llevaban pocas palabras, todo era medido a milímetro, y daba un resultado perfecto: me divertía y sin necesidad de chistes. Incluso me llegó a gustar.
Pero adivinen qué: ¿Qué pasa cuando una fuerza imparable choca contra un objeto inamovible? En el caso de relaciones humanas, se separan.
Ella en su endiosamiento o en su incapacidad de intentar ser normal por 5 minutos, me empezó a tratar mal, casi sin darse cuenta, y lo hacía solo porque ella sabía que a mi esa racionalidad me gustaba. Yo, le dije que si no cambiaba un mínimo por mí, sería el fin, y oh dios, como me arrepiento de haberle dicho eso. Te extraño.
Ahora de nuevo en mi vida aburrida, con personas aburridas, que no tienen nada interesante que decir, me siento un poco aburrido, pero no triste. Fue algo bonito, y me dió esperanzas de intentar buscar a alguien así, pues antes no sabía que existían.
Saludos.