Yo no voy nunca solo al fondo de mí mismo,
me acompañan mis amores imposibles
—los amores posibles no me amarían
si conocieran el fondo de mí mismo—,
allá voy con mis amores imposibles,
con ellos exorcizo los demonios que habitan
el fondo de mí mismo.
Mis amores imposibles me llevan de la mano en mi trastienda,
conocen las miserias más secretas del fondo de mí mismo,
me ayudan a domesticar mis fieras interiores,
me consuelan,
me apaciguan.
DJA