La fobia social es un conflicto de la mente, los conflictos de la mente a veces provocan deficiencias en la fisiología de los organos (enfermedad orgánica por somatización ) o pueden provocar deficiencias psicológicas y anímicas en el comportamiento y la emoción (neurosis, fobias, psicosis.. etc..)
Pues yo creo que la fobia social es una vergüenza exagerada. Muchas veces inconsciente pero que hace notar sus síntomas de sudoración, enojo, el silencio excesivo, la inhibición o retraimiento, hasta el enrojecimiento de la piel de la cara y / o en los casos severos, la furia narcisista. Actuar a la defensiva con autosuficiencia, altivez o arrogancia ante un conflicto vergonzoso no resuelto.
A ver, me ha parecido interesantes esos enlaces que puse en otro tópic el de "Opiniones sobre los psicólogos" a raiz de la pista de
Lucecita me dió con el psicoanalisis del self de Hans Kohut, y que cómo dije ahí pueden explicar el porqué de la fobia social.
Resulta que todos tenemos un self que es cómo este autor nombra a nuestra representación interna, ubicado muy cerca de nuestra experiencia y en relación con cómo el individuo se percibe cada vez que interactua.
El self nace en el niño, con una sensación de perfección. Y que a consecuencia de frustraciones, que forman parte del mundo externo, el niño tiene que abandonar su sensación de perfección de alguna manera. Pero como no la quiere perder, trata de conservar esa sensación de perfección, por medio del establecimiento de una imagen del self grandioso y exhibicionista. Lo que va a ocurrir es que progresivamente va a ser integrada a la personalidad adulta y proporcionará la energía instintiva para nuestras ambiciones y propósitos egosintónicos
La otra manera por la cual el niño trata de mantener la sensación de perfección es otorgándola a un objeto, que naturalmente es el padre o la madre. Y eso lo llamó la Imago parental idealizada y se va a integrar también en la personalidad adulta, introyectada como nuestro superyó idealizado. El superyó tiene todas las características consecuentes a la internalización de los padres, particularmente desde el punto de vista de sus órdenes, y prohibiciones del "no", del "sí", etcétera
Hay dos procesos de integración, la del self imaginario (la fantasía omnipotente) dentro del yo para formar la base de la ambición, y, otra, la del objeto del self idealizado ( que va a formar la parte idealizada del superyó)
Si el niño sufre traumas narcisísticos, no es que la madre o el padre no sean empáticos con el niño, o que de repente se enojan, o lo que fuere. Tiene que ser una privación tras una estimulación crónica y constante. O sea que por personalidad del padre este tenga una relación narcisística con el chico de manera crónica y constante y de repente lo prive de eso y le diga que no vale nada. Eso es lo que va a provocar una personalidad narcisística, una perversión, una adicción, etcétera. Porque si hay un grave trauma narcisístico que afecta al self grandioso o a la fantasía omnipotente, el self grandioso no se funde con el resto de la personalidad, con el yo. En cambio, queda retenido en forma inalterada como una fantasía arcaica, inconsciente. Y esa fantasía constantemente presiona. Cuál sería la consecuencia de eso? Será, una persona que constantemente está corriendo por conseguir algo, tremendamente ambiciosa, pero nunca conforme. Es decir, hay una fantasía omnipotente inconsciente, que constantemente empuja.
En cambio cuando no ha habido este cambio de comportamiento en el padre pero este rechaza la persistente idealización y admiración por parte de su hijo, entonces la fantasía de la necesidad de idealizar un objeto también se reprime, no forma parte de la personalidad adulta, no se integra con el superyó idealizado, y éste no tiene energía, hay problemas con ideales, es decir, es difícil mantener un sentido de ideales en general, y la persona constantemente busca alguien para idealizar.
Entonces percibe los objetos exteriores, a las otras personas como self object, percepción del objeto externo, pero no percibido en forma autónoma e independiente (cuando sentimos verguenza ante alguien no le vemos la cara y hay bastante indistinción entre ese no yo y nuestro yo)
La vergüenza es algo que le sucede preferentemente a uno con uno mismo
En cambio, hay gente que ante la misma situación no hace esto de buscarlo fuera sino que vive en su mundo, con un self object interno que le provee cierto apoyo, y ésa es su vida, y si está más o menos satisfecha para qué hay que molestarla, es una manera de vivir, es una manera de vida que es tan aceptable como cualquier otra.
Pero el problema es cuando esta instancia es deficitario, que ocurre porque las fantasías omnipotentes o del self idealizado no están integradas dentro de la personalidad madura; son arcaicas y, como la personalidad madura y el self son muy débiles, no tienen la energía suficiente para actuar apropiadamente desde el punto de vista de la conducta, del sentir, etc. Ésta es una manera muy simple de tratar de definirlo.
Pero no es competir con los demás lo que da temor. Por ejemplo, en el trabajo . El problema es que los compañeros están idealizados, y si él se hace uno de ellos más va a perder los objetos idealizados externos.
La angustia en la fobia está relacionada con la vulnerabilidad del self y el miedo a la pérdida del objeto, de ese self object que se ha buscado fuera, porque necesitan el self object para mantener cohesionado al self.
Cita:
Iniciado por Análisis del Self” (Kohut, 1971)
Un superyo firmemente cargado y fuertemente idealizado absorbe considerables cantidades de energía narcisista lo cual disminuye la tendencia de la personalidad al desequilibrio narcisista”. Para agregar que: “De hecho, en casi todos los casos clínicamente significativos de propensión a la vergüenza la personalidad está caracterizada por una idealización deficiente del superyo y por una concentración de la libido narcisista en el self narcisista quedando así la personalidad más proclive a sentir vergüenza”.
La infancia con su indefensión y su imposibilidad interna, como hemos visto y lo expuesto que está el niño a las frustraciones óptimas o traumáticas de sus objetos del Self nos llevan permanentemente a procesos o vivencias que pudieron ser tremendamente vergonzantes y con ello haber dejado como secuelas un descreimiento, una desesperanza sin culpa, un retraimiento de la personalidad, o por el contrario, y mediante alguna escisión vertical, un desenfreno, una desaprensión por la vida o una grandiosidad exhibicionista desvergonzada y que, sin embargo, tienen a la vergüenza como sustrato o condición inconsciente. Las fragmentaciones del self, por temporarias que sean, pueden dejar puntos de fijación muy tempranos donde, en esa “debilidad” del self e inconscientemente, se instala la posibilidad de minusvalía y con ello la vergüenza como la otra cara del narcisismo.
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