La verdad es que al final uno acepta vivir con esta enfermedad a cuestas toda su vida. Y mas o menos, aunque con cierta amargura la vida triste se sobrelleva. Pero, de repente, un buen dia, aparece alguien, una persona que te gusta y a quien podrias gustar, y entonces te planteas para que ofrecer a esa persona tu mundo triste, aburrido y penoso. Y llegas a la conclusion, quizas por soberbia o tal vez por realismo, de que a alguien que quisieras no podrias darle tu yo tal y como es, porque sabes que a la larga, pasado el momento idilico del flechazo, tiznarias su mundo con parte de la amargura del tuyo.
Asi pues, vas dejando pasar los dias, y la depresion te invade. Al final, tomas la decision de no pretender ir mas alla de una simple relacion con esa persona. Y el dolor se hace doble por la perdida de un posible amor y por lo desconcertante que puedes llegar a ser para esa persona, que seguro no entiende el porque de ese comportamiento.
Y entonces si que pega fuerte la depresion.