Acabo de venir del fisioterapeuta. Vengo bastante feliz. He sido sociable y eso que a mi no me gusta ir a los masajistas por el ambiente tenso de no saber que decir, claro que "tenso" sería entre comillas porque en realidad allí tumbado uno se queda super relajado. Hoy... no estaba del todo cerrado. No era quizá de los días en los que me siento muy cerrado e introvertido. Para empezar he tenido una discusión con mi compañero de trabajo. Se ha abierto de nuevo el tema de ayer y me he mosqueado con sus exageraciones o sus trolas. Supongo que eso también me da fuerzas a no quedarme tan cerrado en ciertas situaciones sociales. He cogido el teléfono pero era un cliente con el que no me da nada de corte hablar, incluso es una persona con la que me siento cómodo porque es algo raro y a decir verdad estaba colocado cuando ha llamado. Después de unas risas me he ido andando a mi casa. He pasado por el huerto de mi compañero y escondido me ha pegado un grito para dejarme pasmado. A si que otra vez risas y de vuelta a casa. Ya en mi barrio he recordado que tenía que ir al fisio y me ha entrado miedo en ese momento, esta vez miedo a que te hagan daño, ya que en los fisio aprietan fuerte jeje. He llegado a casa y me he puesto cómodo para el fisio. Luego he ido a sacar dinero y en la vuelta he visto a un xico que conozco en moto y quería que me mirase para hacerle una tontería. Me ha visto y en un movimiento rápido he abierto las dos palmas haciendo un poco el tonto. Luego he ido a casa y he vuelto a salir. Iba un poco nervioso en el camino del fisio y me he encontado a una xica que conozco, caminando con el movil y quería hacerla alguna tontería. A si que cuándo estábamos a punto de cruzarnos he vuelto a abrir la 2 palmas de la mano y he dicho "cucu trás". A sonreido y a seguido hacia delante. En ese momento estaba llegando a la puerta del fisio y con cuidado he observado la puerta y el timbre. A punto de pulsarlo he rezado que ese fuera el timbre y que no hiciera ninguna cagada que consiguiera atemorizarme más. Todo a salido bien, me he sentado y me he puesto a mirar revistas. Me inmersé en la revista y de nuevo en mis cosas. Diez minutos más tarde me dí cuenta de que mi sistema nervioso había dejado de relajarse. Me había inmerso en las revistas y había desconectado de nuevo con el mundo real y me volvió a entrar el miedo ya que no me sentía seguro ni con fuerzas de relacionarme socialmente con una persona que me iba a hacer un masaje a la que no conocía de nada (sólo había ido 1 vez anterior meses antes y apenas hablé). Hubo un momento en el que tuve miedo. Pensaba en que una persona del sexo femenino iba a acercarse a mi a hablarme y entonces imaginé por un momento qué ocurriría si algún día me diera por ir a un psicólogo y fuera una mujer. Pero en cuanto la chica me atendió amablemente sin frialdad ni distancia me relajé de golpe. Me habló de música y al tener gustos parecidos a los mios poco a poco comenzamos a charlar sobre "Heroes del Silencio". Más tarde incluso llegué a preguntarla algo que nunca creí que preguntaría a una persona que sólo hace su trabajo y a la que no conozco de nada. Fué tan simpática y comenzó a hablarme de su época de niña como si hubiera pasado una eternidad, que la pregunté su edad. Jaja, una vez un poco en broma inseguro...luego se lo pregunté por segunda vez y así. Luego en el final me dijo que lo pasara bien en el concierto de Heroes del silencio y sino al menos (palabras textuales) que lo pasara bien por ella. Yo dije mi típico "vale, vale, vale adios". Ya no estábamos solos en el cuarto y con más gente alrededor no me gusta hablar. Queda claro que la chica pues por su forma de ser era joven, en concreto 24 años. Salí animado pero sin ilusiones, a pesar de mi titulo. Me lo tomé o me lo he querido tomar como si se tratara de un día más normal y corriente en mi vida. De vuelta a mi casa (a segundos de paseo) me encontré de nuevo con mi compañero de trabajo en un bar. Me puse a saltar y a hacer el mongolo como me gusta a mi. Le saludé, le dije que venía de tener un momento de vida social y que volvía a casa. Y antes de llegar me encontré con mi vecino de 15 años al que hace tiempo que no veo (yo tengo 18 para 19). Estuve hablando con él, a pesar de su carácter frío y distante, y aunque a veces es dificil sentirse cómodo con personas así, le dije que se sacara un día la bici y dábamos una vuelta jaja. Y ya está, ahora he llegado a casa, estoy escuchando música y ya he relatado mi día de hoy.