No sé qué motivo me lleva aquí, a contar mi historia a unos desconocidos en un remoto foro de la red. Tal vez busque compartir mis sentimientos, desahogarme, buscar apoyo, o quizás en el fondo lo haga por observar con perspectiva todo esto que me sucede desde años atrás, y escribirlo para uno mismo me resulta inservible, pues ya lo he intentado. Permítanme que cuente mi historia, nada interesante aviso, pero seguro que ciertos detalles os resultan familiares.
Mi edad, 25 años. En breves subirá ese número. No recuerdo exactamente el punto en que la depresión comenzó, pero sí sé que la fecha de mi cumpleaños me atormenta más y más. Hace un mes abandoné mi empleo, y mi excusa fue el estrés. En realidad lo dejé porque me encuentro hundido por dentro, y no lograba encajar allí. Más bien no logro encajar en ningún sitio. Vivo con mis padres, y les quiero mucho...pero en el día a día se me hace dura la convivencia. Nunca he tenido pareja ni nada parecido, y he tenido escasas relaciones sexuales que no han sido muy satisfactorias. Carezco totalmente de vida social y una parte de mí lo prefiere así, porque resulta más cómodo no tener que fingir normalidad para encajar, y evito muchas situaciones que me provocan ansiedad.
Si rebuscara en las cosas que me duelen por dentro, intentando ir a la fuente, creo que es el amor el epicentro de todo. Hace unos años me enamoré hasta el fondo de una chica de mi barrio. Es un tema que no trato nunca con nadie, porque me resulta vergonzoso, como un puñal clavado en mi orgullo y que definió lo que soy ahora, una persona con depresión y fobia social. Y el motivo de ello es que se trató de un amor platónico, de hecho tras varios años aún en ocasiones pienso en ella, aunque tengo la certeza de que ella no recuerda ni mi nombre. Teníamos una amiga en común que me hizo ilusiones al principio. Me decía mi amiga que esta chica no tenía novio y me envió fotos de ella. Fue verla y al momento me quede pillado. Pasó el tiempo y se convirtió en una obsesión, hasta el punto de observar su vida a través de las redes sociales continuamente y desear que mi amiga me contara algo nuevo de ella. Si echo la vista atrás me doy cuenta de que es hasta enfermizo, y me apena mucho haber llegado hasta ese punto de obsesión sin haber intentado nada. Supongo que en esa época comencé a aceptar que no era una persona normal y corriente, que mi forma de ser y actuar era extraña. Un ser humano que se enamore perdidamente de otro no actúa como hice yo. No se oculta en su habitación ni sufre en silencio todo lo que sufrí. Es muy complicado de explicar, pero pienso que por muy tímido que se sea hay extremos a los que no se llegan. No quiero dar lástima, pero mi realidad fue así, llorando diariamente porque me sentía incapaz de intentar gustarle a esta chica, de verme como un bicho raro que jamás lograría atraer a nadie. Lo pasé tan mal que tras mucho tiempo le acabé confesando a mi amiga mis sentimientos, y le pedí que dejara de hablarme y de contarme cosas de esta chica. Ellas dos eran buenas amigas, y una vez según me contó mi amiga le preguntó por mí. No quiero imaginarme cómo fue la cosa pero me dijo mi amiga que pasara página y me olvidara de ella. Me dolió, pero acepté que a esta chica no lograría gustarle, por lo menos no en ese momento de mi vida en el que estaba, por así decirlo, tan "verde" en el amor.
He aquí la diferencia entre una persona con una fobia y otra con una timidez fuerte. Una persona introvertida hubiera intentado por lo menos quedar con la chica, aunque hiciera el ridiculo, o intentaría hablar con esa persona, algún movimiento en el tablero. Pero yo no moví ficha, sino que me martiricé a mí mismo por ser tan pardillo, tan inútil, tan cobarde... en fin, fuí mermando poco a poco mi autoestima hasta dejarla hecha trizas. Por supuesto esta chica ahora está con novio y parece muy féliz. Yo le deseo lo mejor e intento no pensar en todo esto porque me siento rídiculo. Más aún cuando volví a repetir el modus operandi con otra chica de un trabajo en el que estuve hace dos años. Yo fantaseaba con que le gustaba por algún cruce de miradas que teníamos de vez en cuando. Ni siquiera llegue a hablar con ella en 6 meses que estuvo en la oficina. Su último día en este curro me doy un arrebato al estilo Hollywood y decidí ir a hablar con ella. Según salí fui a toda pastilla en el coche para llegar a la estación de trenes que ella cogía y así despedirme en privado. Menos mal que no la encontré, me ahorre una situación bochornosa porque al poco me enteré que esta chica tenía pareja desde hacía tiempo y se querían mucho.
Tras este segundo episodio me hundí del todo, pero seguí aparentando estar bien de cara a los demás. No obstante he ido a peor. He cortado con mis amistades, no me he vuelto a enamorar de verdad porqué paso de volver a sufrir el calvario y mi vida está paralizada desde hace mucho. Mi familia sabe que me ocurre algo pero no saben el qué, y la verdad que me siento muy solo y triste en el día a día. No consigo relacionarme con las personas, y siento como si mis facultades mentales estuvieran muy afectadas. No logro concentrarme en nada, no me acuerdo de las cosas, me cuesta mucho expresarme, no muestro interés por nada, ni ilusión, solo pereza, me faltan energías, no descanso bien por las noches... todo se ha descontrolado en mi vida. El tiempo sigue corriendo y cada vez se me hace más cuesta arriba todo.
Llevo tiempo con la decisión tomada de empezar a ir a terapia, buscar ayuda profesional. Nunca lo he probado y tengo claro que por mí mismo no voy a salir de este pozo.
En fin, creo que al final he escrito demasiado. Supongo que me hacía falta... aunque confieso que no me siento mejor que antes de escribirlo... He leído historias muy dolorosas en este foro y a su lado es una memez, lo sé, aún así queda dicho.
Gracias por leerme.