Como dice Apfel, yo también provengo de una familia de "posibilidades" y aquí me tienes, empantanado con esta enfermedad y sufriendo como todos.
Esta es la típica historia de aquellas personas que no han vivido el sufrimiento, la lucha y el duro trabajo necesarios para labrarse un porvenir. He conocido a personas ricas, inteligentes y perspicaces hombres de negocios, que no pasarían más que por simples labriegos. Gente sencilla, modesta, trabajadora y dispuesta a echar una mano. Los altivos generalmente no se han merecido la gloria que ahora disfrutan. O eso o es que no son suficientemente precavidos y mentalmente despiertos como para conocer este famoso adagio latino:
"
Sic transit gloria mundi"
No pueden por menos de darme muchísima pena puesto que, tarde o temprano, aprenderán la lección y no de la mejor manera.
En un abrir y cerrar de ojos... llega la muerte