- Estado de permanente ira hacia las personas con las que me cruzo.
    - Náuseas y ganas de vomitar sobre alguien.
    - Cefalea ante la estupidez.
    - Delirios en base al 
Síndrome Amok.
    - Inapetencia sexual.
    - Vergüenza ajena.
    - Mejora de mis cualidades intelectuales al evadirme de la realidad leyendo libros.
 
    - Optimización de mis gustos culinarios al no verme compelido a ir a restaurantes de comida basura, propio de los sociales.
    - Diletantismo rayano en la genialidad...,perdón paranoia. 
    - Deseos inconfesables sobre...sí, él....

 (esto último es lo más que me preocupa, lo admito 

).