Odio el verano en sí, odio el calor que hace, lo largos que son los días, las actividades veraniegas, ahora ya no llueve.
Odio no tener absolutamente nada que hacer y tener todo el día para hacer nada, darle miles de vueltas a las cosas, aburrirme y sentirme aún más vacío de lo habitual... cambiar mi ritmo y acabar durmiendome a las 6 de la mañana todos los días y perder los días sin hacer nada...
Me cuesta mucho hacer cosas, pero necesito hacerlas. Me cuesta interactuar con la gente y al mismo tiempo, lo necesito... necesito a la gente, aunque mi relación con ella sea lamentable y aunque lo pase fatal para relacionarme. No hay quien me entienda...
Ahora mismo, la verdad es que tengo ganas de que llegue y olvidarme de todo y de todo de una vez... estoy harto, quemado y estresado de todo.
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