Bueno amigos, no suelo venir demasiado para escribir. Imagino que tendrán mejores cosas que hacer en el foro que leer un intrascendente desvarío de un miembro poco activo de nuestra comunidad, pero para quien se interese, quiero comentarles que odio fin de año.
Me explayaré más sobre el por qué odio fin de año en otro escrito en un par de días, ahora simplemente y a modo de preludio, quiero simplemente expresar mis pensamientos sobre el actual último día domingo de 2013.
Hoy me llegó como una bofetada la cuenta que es el último domingo del año. Siento una gran melancolía por eso. Percibí este día como si fuese una persona y no como una medida de tiempo que arbitrariamente los hombres hemos separado en horas, lo siento como una persona que no volveré a ver, que se irá para siempre sin pena ni gloria, sin que nadie le diga que lo estima, pasando desapercibido a los ojos de terceros, invisible, un muerto más en una fosa común. No lo puedo abrazar y decirle que lamento no haberle prestado atención durante los trescientos y algo días del año.
La gente en la calle dice que lo único que desea es que este año se vaya pronto, que ya no lo quieren más para así iniciar todo de cero. El 2014 sería algo así como la novedad, lo más deseado. El 2013 en cambio, aquello que debe ser extirpado como si de un tumor se tratara. Es triste, pues recuerdo que a finales del 2012 la gente deseaba que con prontitud llegara el 2013 para alabarlo y celebrarlo, y ahora es todo lo contrario. Lo más triste es que al 2014 le ocurrirá lo mismo, y así a todos los años que vengan.
Lo mismo con el domingo, el lunes y martes, pero por los rigores de la vida diaria, los últimos dos días pasarán rápido y no percibiré que también serán los últimos de 2013, por eso mientras no me transforme todavía en un zombi indolente como suelo ser durante toda la semana, quisiera saber la forma de como poder honrar al tiempo, al día domingo, a éste amigo semanal que siempre está callado, jocosamente calificado como "aburrimingo", pero que es más que eso, representa el fin e inicio de cada semana, alguien que da y quita vida al tiempo, un amigo silencioso. Hoy se va, y no volverá. Vendrán más domingos, pero ninguno será como éste, el último domingo de 2013. Serán parecidos, pero esencialmente éste es único, distinto de otros que también tendrán su encanto, pero no será igual.
Hoy se va, y por la puerta trasera. Deseando la gente que pase pronto, echándolo para que llegue 2014. Nadie lo despedirá dignamente en sus últimas horas o con un mínimo de deferencia. Y yo no puedo evitar que se vaya, no puedo decirle que lamento su partida, y que en cierta forma... no somos tan distintos.
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