El problema no es la destrucción del mundo (
♬que el mundo es bello no se puede negar, pero esta **** vida ¡está muy mal!♪♫), sino la de los humanos. Sin embargo, esta especie reptante es peor que el ébola: ni siquiera una guerra nuclear sin cuartel acabaría con los 7 ó más billones de parásitos que habitamos este planeta, pues estamos en todo el puto orbe, y la naturaleza y la evolución nos mal-premió con
inteligencia (claro que es fácil dudarlo al ver a nuestros pares...) para perseverar. Y aunque no celebro las tragedias cotidianas (atentdos, desastres naturales, guerras, hambruna, etc.), no puedo sino sentir un "fresquito" cuando suceden.