Ehm... con la de kilos que me he quitado este último año, estoy segura de que si mi ex me viera... trataría de volver, o como mínimo retomaríamos la amistad.
Y es curioso, porque yo sigo siendo idéntica a como era hace un año, no he cambiado nada, salvo que peso unos cuantos kilos menos, pero soy la misma persona a la que él abandonó.
Me tienta a dirigirme a él y tratar de engatusarlo, para luego romperle el corazón e irme con otra persona nueva que tenga algo de lo que él carece. No porque él no me guste, si no por el ojo por ojo, devolverle el trato. Pero todo eso requiere un tiempo y un esfuerzo, que no estoy segura de que merezca la pena malgastar.
Para que me venga diciendo otra vez que no era por eso... ya, claro... me lo creo y tal...
PD.: Por cierto, a los gatos se les suele cortar las uñas, aunque a veces se olvida o da pereza hacerlo, o parece que les estás privando de algo que forma parte de su instinto y naturaleza, como lo es afilarse las uñas con algo.