Bueno, allá va la historia de mi paso por segundo bachillerato.
Primero fue un año que bueno; en primero tuve el mejor momento de mi vida, pero como al universo le gusta mantener el equilibrio a ese momento le siguió una p*tada de gran calibre. Fue bueno por conseguir buenos amigos.
La p*tada está relacionada con una mujer, me ilusioné tontamente al no hacer caso a las señales, mi mente estaba como si un tren se la hubiese llevado. En resumidas cuentas, me hice daño en lo que era una oportunidad para divertirme.
Pero el año lo acabé con optimismo, ahora que lo pienso un optimismo injustificado.Al comenzar segundo todo empeoró.
Tengo amigos pero me sentía más solo que nunca, no quería hace nada. Era una sensación muy extraña, intentaba pasármelo bien con mis amigos pero no podía, era como si no pudiese disfrutar.
Mis notas tendieron a cero, no aprobé ninguna. Iba a clases y atendía pero no me entraba nada, en los exámenes me encontraba con que no entendía lo que estaba escrito, era como si estuviese escrito en otro idioma.
Me apareció el insomnio, herencia familiar. Me quedaba despierto toda la noche y cuando faltaba media hora para ir a clases me entraba el sueño. Sabiendo que no entendería nada en las clases lo mandaba a la porra y me quedaba a dormir, dormía hasta las 14:00. Estuve así una semana, intentaba no dormir e ir de todas formas; me había pasado el día medio dormido pero por la noche me entraba una energía que solo se iba cuando salía el sol.
Comencé a beber y a tomar las pastillas para dormir de madre. Y funcionó pero supe todo el tiempo que beber un cuarto de litro de vodka al día no puede ser bueno, y mucho menos con somníferos.
Yo no quería estar en clases, me sentía inferior a todos; personas que en materia de notas era igual o inferior a mi entendían las materias. Cuando estaba en clase lo único que quería era salir corriendo de allí, tumbarme en mi cama y no hacer nada.
Intentaba llorar a toda costa pero no podía, sigo sin poder hacerlo. Puedo llorar al ver una película lacrimogena o si me hago daño físico pero no. Lo único que quería era golpear a alguien.
Yo nunca me he considerado una personas cobarde, cuando hube de recibir un golpe lo recibí y también me dio beneficios, cosas buenas por atreverme a seguir y no escapar. Pero en esta ocasión no puede, me di de baja en el instituto y abandoné bachillerato, el año que viene voy a volver a estudiar, no se el que.
Ahora estoy mejor de ánimos. Antes salia con mis amigos pero no me divertía, ahora puedo volver a divertirme con ellos. Es cobarde pero dejar los estudios este año me ha quitado un peso de encima, incluso he vuelto a dormir bien, no me despierto a las 16:00.
Esa angustia mental, me parto los dedos de la mano para no volver a tenerla.
