Quizás tu estado de ansiedad social tenga que ver con la etapa de tu vida. Claramente estás en plena adolescencia y esto hace que tus inseguridades y miedos se potencien al doble y por ende tengas tanto terror de dejarte ver, de asistir a la escuela.
No es bueno que te encierres en casa, tenes que salir afuera y volver a la escuela más allá de los miedos que tengas. Nada se supera quedándose encerrado sin enfrentar las cosas que nos producen inseguridad y miedo. Probablemente a tu edad esto sea más dificil porque la escuela de adolescentes es un ámbito de mucha inmadurez y desconocimiento del otro, lo que lleva a tus compañeros a prejuzgarte y descalificarte por tu actitud cerrada con ellos, de no comunicarte ni darte a conocer.
A medida que salgas de la adolescencia y te muevas en entornos más adultos estas cosas no van a importar tanto porque la gente adulta no tiende a tratar mal a los otros por su forma de ser como hacen los adolescentes, ya que maduraron esta cuestión del prejuicio y tomaron una actitud más "hipocrita" o de "falsedad" porque a los prejuicios se los guardan para ellos o para las murmuraciones (pero a no obsesionarse con eso) pero el trato hacía el otro se vuelve respetuoso.
Te recomiendo que regreses al instituto y enfrentes los miedos exponiéndote a ellos. Consulta con un psicólogo si tenes la posibilidad pero no caigas en la depresión porque eso te hace perder el tiempo y obsesionarte con tu mal limitándote cada ves más las salidas que en la depresión la última instancia es el suicidio.
A mi también me paso que el año pasado dejé de ir a la escuela en el último año.. Empece a faltar porque ya no soportaba la presión de la escuela y tener que ver compañeros de curso con los cuales nunca me había adaptado y de los cuales solo con 1 o 2 podía conversar un rato. El resto no los soportaba y por eso deje de ir a la escuela. Por suerte encontre una salida para terminar el secundario rindiendo libre las materias en otra escuela y hoy estoy en la facultad.
Pero en ese caso claramente me deje vencer por la aversión, por el miedo a ir a la escuela todos los días y relacionarme con los compañeros y deje de ir..
Hay que entender que los miedos son fantasmas, no existen, por eso dejar de salir de la casa por miedo es dejarse dominar por lo inexistente. Lo mejor es exponerse una y otra vez a esos miedos hasta que se superan.
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