Estoy aquí a estas horas de la noche aburrida en casa y me he puesto a mirar cosillas sobre mi problema y aunque siempre digo que no sé si tengo fobia social por el hecho de que nunca he ido a ningún psicólogo y por lo tanto no me lo han diagnosticado, creo que aunque ya había leído muchas cosas sobre esto, hoy, leyendo este artículo puedo decir casi con total seguridad que padezco fobia social.
TIMIDEZ EXTREMA
Nada menos que en una de cada diez personas, la timidez es tan fuerte como cualquier miedo intenso. Estas personas pocas veces se sienten cómodas cuando están con otra gente y pueden sentir una gran ansiedad en prácticamente cualquier situación social.Una timidez leve puede llevar a una persona a ponerse como un tomate y a desear refugiarse bajo la mesa cuando mete la pata en clase. Pero la timidez extrema puede interferir con la capacidad de una persona para hablar en clase. Una persona extremadamente tímida puede pasarse toda la clase sin prestar atención por lo mucho que le preocupa que el profesor pueda preguntarle algo. (Esto me pasaba a mí en clasa y me sigue pasando si tengo que asistir a una reunión, estoy más pendiente de si me miran o si me van a preguntar que de lo que realmente se habla)
La timidez extrema puede hacer que una persona se sienta tan a disgusto en una fiesta o tenga tanto miedo de no saber qué decir en una comida que acabe por evitar completamente tales situaciones. Este tipo de timidez extrema se conoce como fobia social. (Efectivamente, aunque tenga oportunidad de asistir a alguna comida, cena, etc, no voy por miedo a qué decir, a no saber qué hacer, a no saber comportarme y a que me vean como a una sosa aburrida)
Cuando una persona es extremadamente tímida o le da tanto miedo hablar con los demás que deja de hacerlo en el colegio o instituto, con determinadas personas o en determinadas situaciones sociales, padece el tipo de fobia social conocido como mutismo selectivo. Esto significa simplemente que la persona no habla (mutismo) en determinadas situaciones pero sí en otras (selectivo). Las personas que se ponen demasiado nerviosas para poder hablar porque padecen fobia social o timidez extrema pueden mantener conversaciones completamente normales con aquellas personas con quienes se sienten cómodas (como sus padres o hermanos, o su mejor amigo) o en determinados lugares (por ejemplo, en casa). Pero otras situaciones sociales les provocan un malestar tan extremo que se quedan completamente sin habla. (Yo en mi casa soy normal, hablo con mis padres, mis hermanas sin problema, es salir por la puerta y es como si sufriera una transformación)
A pesar de que evitar las situaciones que desencadenan la fobia social puede parecer un alivio al principio, en el fondo, con ello sólo consigue empeorar las cosas. Cuanto más evite una persona las situaciones problemáticas, más miedo le darán. Esa persona podría ir evitando cada vez más situaciones sociales hasta acabar completamente sola y asilada en su casa. (Pues sí, más sola que la una)