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22-mar-2012
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Estoy aburrido, asi que decidi ponerme a escribir nuevamente... nada de poesia ni mucho menos, mi sensibilidad no da para tanto. Es solo una historia de fantasia, ficcion, accion, y ya veremos que mas... se va escribiendo sobre la marcha y nadie sabe a donde ira
Si les parece infantil, ingenua, y complaciente... pues si, esa era la idea
Cita:
Una Odisea de Verano.
Parte 1: Despertar.
Según el despertador, eran apenas las 5 de la mañana cuando abrí los ojos. Permanecí en la cama mirando al techo, pensando en que me había despertado... y era el sueño, el mismo sueño que se repetía una y otra vez, noche tras noche. ¿De que era el sueño? No podría decirlo...
Solo podía recordar montañas, bosques y lagos, un ambiente muy distinto al pequeño pueblo costero en que había vivido toda mi vida. Pero por encima de eso, estaba la visión de aquella mujer, cuyas facciones me parecían hermosas pero no podría describir si me lo pidiera, solo recordaba un aire de profunda tristeza que parecía envolverla cada vez que la veía.
Me quede pensando en ello hasta que el sol comenzó a asomarse por la ventana de mi habitación, señal de que era hora de levantarse, y era algo que no podía retrasar, era el día en que se haría la practica para el examen de la universidad y no podía faltar, nunca podría perdonarme si decepcionaba a mama en mi intento de estudiar una carrera.
Con esto en mente, me prepare y arregle rápidamente, apenas tuve tiempo de tomar cualquier cosa de la cocina antes de salir a toda prisa de la casa oscura y silenciosa, sin querer despertar a mama solo para decirle que iba a salir. Apenas cerré la puerta y sentí que el aire aun estaba agradable, a pesar de ya ser verano. Y de esta manera me puse en camino a la escuela.
La preparatoria de Costa Azul era un edificio ridículamente pequeño, apenas había suficientes habitantes para merecer tener una, y mucho menos eran los que llegaban a estudiar a ese nivel, y ni hablar de quienes aspiraban a ir a la universidad, así que siendo vacaciones todo estaba en una agradable y silenciosa calma.
Me detuve antes de cruzar la calle, y por la acera de enfrente vi a una chica que me era familiar, era Maria Garza, una de mis escasas compañeras. De piel clara y largos cabellos oscuros, Maria era una chica tímida y silenciosa, que rara vez se relacionaba con los demás aunque muchos habían intentado acercarse a ella.
La mire de lejos sin hacer el menor gesto, tal como lo había hecho durante los años anteriores, aunque sentía una intima afinidad con ella, jamás me había atrevido a acercarme mas allá de los meros formalismos, y sabia que jamás lo haría... era de esas cosas que no podían ser y había que resignarse a ello.
Todo parecía normal, ella estaba por entrar en la escuela, y yo comencé a cruzar la calle, cuando vi algo que me llamo la atención... un hombre ya maduro se acercaba por el lado contrario, había algo en sus movimientos, algo de prisa y un andar furtivo que me pusieron en guarda... se dirigía hacia Maria.
Solo pude ver un brazo estirarse, un grito, y un forcejeo... lo siguiente que supe era que en vez de detenerme, apure el paso, echando a correr hacia donde se hallaban Maria y aquel hombre. ¿qué estaba haciendo? ¿por qué actuaba de esa manera? No tenia respuesta, debería haber echado mano del celular y llamar a la policía, pero no lo hice.
No hubo discursos, gritos heroicos, ni tiempo de reflexionar... ante mi propio horror e incredulidad, mi mano convertida en un puño, viajo por el aire hasta hacer contacto con el rostro de aquel hombre, marcado con una vieja cicatriz. El impacto no fue muy fuerte, y aunque debió dolerme, la adrenalina no me dejo sentirlo... mi corazón latía como si fuera a salirse de mi pecho en cualquier instante.
El golpe inesperado saco al hombre de balance, y esa fue la oportunidad perfecta... Maria aprovecho el momento para escapar de ahí, sin una mirada o una palabra corrió hasta perderse de mi vista. Me sentí aliviado por ella, pero no tenia tiempo de mas... ya que el hombre se volvió furioso hacia mi, empuñando una navaja...
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Continuara, tal vez...
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Última edición por Dirak; 26-mar-2012 a las 06:25.
Razón: para mayor claridad
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23-mar-2012
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(continua del primer post)
Cita:
-¿Que pasa contigo chico? ¿Quieres ser un héroe? –pregunto el hombre avanzando hacia mi-. Debes saber que todos los héroes acaban muertos.
Ver el brillo del metal en su mano, hizo que me paralizara por completo. El estallido que me había impulsado a actuar se había terminado, solo quedaba la inevitable certeza de que era mi fin. Pensé brevemente en mi madre, en lo triste y desesperada que se pondría al saber lo que me había pasado, pero no me arrepentía.
El hombre se acerco y lanzo una estocada sin vacilar un instante, como si fuera un acto de lo mas natural para el. Hice un débil intento de esquivarlo, y empujar el arma lejos de mi, pero sentí el filo del cuchillo atravesar mi piel y mi carne sin estar seguro si estaba sintiendo dolor por lo fuerte de la impresión.
No supe mas de mi por unos segundos, hasta que una sacudida me despertó... estaba de pie en la calle, con el antebrazo herido y sangrante. Y mi atacante estaba frente a mi, pero algo mas había pasado... un hombre alto y atlético lo aferraba desde atrás, haciéndole una llave al cuello que lo tenia inmovilizado.
-¿Porque te metes en lo que no te importa? –gruño el criminal mientras trataba de reunir aire-. ¡No sabes con quien te estas metiendo!
Revolviéndose salvajemente, pero con una agilidad evidente, el hombre logro escurrirse de la llave al cuello, aunque perdió el cuchillo en el proceso, mismo que cayo al suelo lejos de el. Retrocedió rápidamente y nos miro a mi y al recién llegado, como evaluando sus opciones de que hacer a continuación.
-¡Tu! ¡Tu eres Martín Garza! –exclamo el hombre en una súbita comprensión-. Así que logramos sacarte de tu escondite después de todo.
-¿Y tu quien eres? –replico el hombre misterioso-. ¿Qué es lo que quieres conmigo?
-Ya lo sabrás, cuando sea el momento, por ahora se cuando me conviene retirarme.
Diciendo esto, el hombre se echo a correr atravesando la calle y perdiéndose entre las casas en un movimiento tan rápido que ninguno de los dos podríamos haberlo seguido. Y no es que hubiese deseado intentarlo, ya que ahora si comenzaba a sentir el dolor, y mi sangre seguía derramándose de manera alarmante.
Sintiéndome débil y confundido, mire a mi inesperado salvador. Me parecía vagamente familiar, pero no podía recordarlo... y el apellido garza me vino a la mente... si, era alguien que había visto durante años aunque sin conocerlo, era quien había llevado a Maria al escuela desde que tenia memoria.
-Oye chico, ¿estas bien? –me pregunto, seguro viendo como me tambaleaba-. Vi lo que hiciste por mi hermana, y estoy muy agradecido contigo. Me llamo Martín, y soy el hermano mayor de Maria, creo que la conoces.
Solo pude asentir débilmente, sintiendo que podía perder el sentido de un momento a otro. Todo comenzaba a verse borroso y confuso, y no pude evitar pensar que a pesar de todo ese iba a ser mi final. ¿Acaso era cierto que todos los héroes terminaban muertos?
-Esa herido se ve muy mal, tienes que ver un doctor cuanto antes –dijo con preocupación al ver mi ropa ensangrentada-. Ven rápido, te llevare en mi auto.
Dando tumbos y guiado por mi salvador, fue dejando un rastro de gotas de sangre hasta el auto, que estaba estacionado a unos metros de la escuela, desde sin duda había visto todo el altercado entre nosotros. Para mi sorpresa, Maria estaba adentro también, mirándome con sorpresa y quizás algo de inquietud.
Ella no dijo nada, y yo tampoco. No era el momento ni el ambiente apropiado para platica informal... aferrando la herida contra el borde de mi camiseta, solo hice lo posible por no desmayarme mientras el auto arrancaba y se dirigía a toda prisa hacia la pequeña clínica del pueblo...
Una acción irreflexiva podía cambiar una vida o destruirla, y aun no tenia claro cual de las dos opciones me aguardaba....
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Continuara...
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24-mar-2012
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(continua del segundo post)
Cita:
Costa azul era un pueblo pequeño, y no nos tomo nada de tiempo llegar a la clínica. Martín y Maria bajaron del auto y me ayudaron a caminar hasta la entrada, al menos no sentía que fuera a caer muerto de un momento a otro, pero me sentía preocupado por la vista de tanta sangre. Por suerte la clínica estaba vacía y el doctor Morales nos recibió de inmediato en su consultorio, un viejo conocido de la familia de hecho.
-¿Raúl? ¿Raúl García? –dijo el maduro doctor al verme entrar-. ¿Que fue lo que te paso? ¿Porque estas sangrando de esa manera? ¿En que líos te has estado metiendo? Le dará un infarto a tu madre si llega a verte de esta manera.
-Lo siento mucho doctor- intervino martín-. Raúl fue atacado por un hombre cuando intento defender a mi hermana, le aseguro que no esta metido en ningún problema.
-Ser atacado con un cuchillo me parece un problema en si mismo... –respondió el doctor con expresión dudosa-. En fin, salgan del consultorio que voy a examinarlo a ver que tan seria es la herida, y no necesito distracciones.
Obedientemente los dos hermanos salieron de la habitación y la puerta se cerro tras ellos. Hecho esto, el doctor miro a la puerta cerrada, y luego a mi con aire de sospecha.
-Raúl, ¿que haces tu involucrado con los Garza? ¿No sabes que tienen una mala fama en el pueblo? No deberías mezclarte con ellos.
-¿Mala fama? –dije a mi vez con desconcierto-. No, no sabia nada de eso. ¿Por qué dice que tienen mala fama? ¿De que se trata todo esto?
-No podría decirlo a ciencia cierta, pero hay rumores... –dijo el doctor misteriosamente-. Los Garza son una de las familias mas antiguas de la región, pero hay muchas cosas que no se conoce de ellos. No se les conoce un medio de subsistencia explicable, y ha habido extrañas desapariciones de sus miembros. Incluso la familia entera se mudo del pueblo hace unas décadas, y solo volvieron recientemente.
-¿Y eso que? No veo porque eso haría que la gente desconfiara de ellos –dije, al tiempo que me contraía de dolor ante la inspección del doctor-. ¡Oiga, cuidado con eso!
-Ya, ya –contesto el doctor riéndose-. No es para tanto, solo son rumores como te dije, solo quiero que estés atento, es todo. Y sobre la herida, fuiste afortunado, no toco ningún vaso importante y solo necesitaras antibióticos y algunos puntos.
Dicho esto, el doctor comenzó con sus curaciones, y al poco rato ya estaba vendado del brazo y listo para volver a casa. Aun me sentía débil, quizás por la impresión o la perdida de sangre, pero era algo manejable... solo me quedaba esperar a ver como se lo podía explicar a mama.
-¿Como sientes el vendaje? ¿No esta, demasiado apretado? –pregunto el doctor al terminar su trabajo.
-No, esta perfecto –dije moviendo el antebrazo-. Muchas gracias doctor, ¿cuanto le debo? Aunque ahora que lo pienso, ni siquiera traje dinero conmigo...
-No te preocupes, puede pagarme en otra ocasión, después de todo, se donde vives –dijo el doctor echándose a reír-. Ahora, tienes que seguir tomando este antibiótico durante una semana, y ven dentro un par de días para que revise los vendajes, y sobre todo... mantente alejado de los cuchillos tanto como puedas.
-Claro, eso no tiene que decírmelo –dije, riendo de buena gana ante la broma-. De nuevo, muchas gracias doctor, nos veremos después.
-De acuerdo, cuídate Raúl.
Con esto, salí del consultorio y me halle en la sala de espera. Para mi sorpresa, los hermanos garza aun seguían ahí, mirándome expectantes. Pensé que estarían simplemente interesados en ver como me encontraba, pero no tardaría en entender que había mucho mas que eso en esta historia...
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Continuara...
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26-mar-2012
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perdon por el breve descanso, tenia muchas cosas en que pensar
Cita:
-¿Que dijo el doctor? –pregunto martín al verme salir del consultorio.
-No es nada, estaré bien, mientras no me acerque a mas cuchillos –dije en son de broma-. Por cierto, ni siquiera me presente, soy Raúl, Raúl García.
-Si, lo se –replico martín con preocupación-. Me da gusto que estés bien, pero por nuestra causa te has metido en un grave problema. Esas personas no se rendirán tan fácilmente, y ahora que nos ayudaste, sin duda van a ir tras de ti con la idea de localizarnos.
-¿Tan grave es? –dije, sintiendo un hueco en el estomago-. ¿Pero de que se trata esto? ¿Porque ese hombre trato de secuestrar a Maria? ¿y porque dijo que los había encontrado?
-Es una larga historia, y no me creerías si te la contara. Solo te diré que mi familia ha sido perseguida por generaciones y solo quedamos Maria y yo... el juego esta a punto de terminar y tendremos que arriesgarlo todo.
-¿Persecuciones, desapariciones? Eso no me suena a ningún juego... –dije sintiéndome cada vez mas preocupado-. ¿Y porque dices que no les creeré?
-Porque aun para nosotros es difícil de creer –dijo Maria, hablando por primera vez, era tan raro oír su voz, tan suave y delicada que me hizo voltear de inmediato-. Si lo deseas podemos contártelo, pero será tu decisión si nos crees o no.
-¿Maria, estas segura de esto? –dijo su hermano mirándola con duda-. No habrá marcha atrás una vez que este enterado de la verdad. Además, ¿confías lo suficiente en el como para contarle toda la historia?
-Si, confió en el –dijo Maria, asintiendo-. Lo conozco desde hace años, y aunque nos hemos tratado poco en todo este tiempo, se que es una buena persona en el fondo, y el hecho de que arriesgara su vida para protegerme me dice todo lo que necesito saber.
-Si eso es lo que crees, entonces hay que contarle toda la verdad, por difícil que le pueda ser creerla –expreso Martín volviéndose hacia mi-. Aunque este no es el lugar apropiado para ello, si vamos a nuestra casa podremos hablar con calma y mostrarte algunas pruebas.
Confuso sobre toda la situación, solo pude asentir, siguiendo la corriente de los acontecimientos... lo extraño es que ya para nada pensaba en el examen que me estaba perdiendo. Nos disponíamos a salir de la clínica, cuando pude ver que un grupo de personas se hallaba afuera de la entrada, con un sobresalto comprendí que nuestros problemas estaban lejos de terminar.
-¡Maldición, nos encontraron! –exclamo Martín, dándose cuenta de la situación-. ¡Rápido, tenemos que salir de aquí por algún otro lado!
Sin vacilar, martín tomo una de las sillas de la clínica y ante la asombrada mirada de la silenciosa recepcionista la arrojo contra la ventana de uno de los costados de la clínica. Con una sorprendente agilidad, Maria salto por la ventana hasta la calle y martín hizo otro tanto mientras yo permanecía pasmado.
-¿Que haces? ¡No hay tiempo de vacilar ahora! –me apuro martín.
Al oír como pateaban la puerta del frente, no tuve mas opción que lanzarme por la ventana y echar a correr detrás de los dos hermanos que ya me llevaban la ventaja.
-¡Deprisa! –me urgió martín-. Si nos atrapan podemos darnos por muertos, esta vez están mas organizados. No podemos ir al auto, ni volver a casa, ya deben tenerla bajo vigilancia para estos momentos.
-¡Martín, entonces es tiempo de hacerlo! –dijo Maria con un extraño énfasis-. ¡No hay alternativa!
-¿De que están hablando ustedes dos? –me atreví a interrumpir, mientras trataba de mantener su ritmo-. ¿Quienes son ellos, a donde vamos, y que es lo que van a hacer?
-Son miembros del Arca, aunque seguro eso no significa nada para ti... un grupo de fanáticos de lo mas peligrosos –explico a medias martín-. No dudaran en capturarnos y torturarnos, incluso matarnos, para obtener lo que quieren.
-¿Y a donde vamos? –pregunte alarmado-. ¿A la policía?
-No tiene caso, ellos nada podrían hacer –dijo Maria encogiéndose de hombros-. Vamos a la iglesia de Costa Azul, el primer edificio del pueblo, construido por nuestros ancestros, y el lugar donde nuestra historia comenzó.
Ante esa respuesta, solo pude preguntarme una cosa... ¿en que diablos me había metido?
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(continuara)
cualquier comentario es bienvenido
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27-mar-2012
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me pregunto si hay alguna regla contra postear tanto
(continua)
Cita:
Como muchas otras cosas en costa azul, la iglesia no quedaba lejos de donde nos hallábamos. Mire hacia atrás en busca de señales de persecución, pero no se veía mas que la gente común, que volteaba a ver nuestra carrera con sorpresa y curiosidad. Era extraño que no hubiesen intentado alcanzarnos, ya que no teníamos tanta ventaja.
-¿A la iglesia, y porque a la iglesia? Ha estado cerrada desde hace meses – pregunte a los hermanos que no parecían ponerme atención.
Era cierto, dañada seriamente desde el ultimo huracán que había azotado al pueblo, la iglesia tenia tiempo cerrada por una reparaciones que no parecían tener final a la vista. La gente no parecía inmutarse por ello, ya que una pequeña capilla instalada cerca era suficiente para las necesidades de la comunidad.
-No es precisamente la iglesia lo que nos interesa, esa es solo una fachada –respondió martín, al hallarnos a unos metros de ella.
La puerta principal estaba cerrada por una reja, y esta con cadenas y candados, no parecía posible que pudiéramos atravesar por ahí. Para mi sorpresa, se desviaron por un lado y se introdujeron en un corredor que pasaba por un lado, y ahí una antigua puerta parecía oculta intencionalmente de las miradas indiscretas.
-Maria, date prisa y abre la puerta antes de que nos alcancen –advirtió martín, montando guardia con vista a la calle.
De inmediato, Maria jalo una cadena que llevaba al cuello y una llave apareció de debajo de su blusa. No dudo en introducirla en la cerradura y esta cedió sin dificultad y en silencio. La puerta misma no hizo ruido alguno al abrirse como si estuviera bien aceitada a pesar de su edad y extraña localización.
-Listo, vamos adentro –nos llamo ella-. Pero martín... ¿no es extraño? Estaban tan cerca de nosotros... es imposible que los hallamos perdido tan fácilmente.
-Lo se, y me preocupa... –asintió el-. Pero tendremos que correr el riesgo, además si todo sale bien, escaparemos antes de que sepan lo que paso, y nunca podrán alcanzarnos.
Me sentía como un niño, oyendo hablar a dos adultos de serias cuestiones que me concernían, pero que de ninguna forma podía entender. Solo podía seguir la corriente y esperar lo mejor de la situación.
A pesar de ser la iglesia de un pueblo pequeño, esta era notablemente grande, mas de lo necesario para los escasos feligreses que acudían. Su estilo era inusual y no parecía seguir alguna línea clásica definida, solo se podía decir que el arquitecto, quien quiera que fuera, no temía salirse de lo establecido.
Haciendo un extraño eco con nuestros pasos, la nave de la iglesia nos recibió, no se veían realmente daños que pudiera pensar que era peligroso estar ahí... de hecho todo se veía perfecto, incluso el piso estaba reluciente. Resultaba extraño e inquietante... sin embargo los dos hermanos siguieron adelante hacia donde estaba el altar.
-¿Y que estamos haciendo aquí? Entiendo que es un buen lugar para esconderse, pero no creo que sea bueno encerrarnos de esta forma –dije con preocupación.
-No venimos para escondernos, sino para cumplir con nuestro destino –dijo martín con una exagerada dignidad que me pareció fuera de lugar.
Apenas al llegar al altar, Maria busco en la pared de atrás, como si se tratara de una película de aventuras, presionaba el muro con las manos a diferentes alturas, como buscando algún sitio especifico... aquello parecía un típico cliché, pero para mi sorpresa al tocar cierta parte, una parte del piso cedió como una trampa antigua.
Echando un vistazo al interior, solo pude ver como una rustica escalerilla se hundía en la oscuridad de un pozo vertical de varios metros. Martín no vacilo en introducirse en el agujero hasta perderse de vista, y Maria lo siguió de inmediato.
-¿Que es esto? –le pregunte mientras aun podía verla-. ¿Un túnel de escape que nos llevara fuera de la ciudad?
-Si, algo así –dijo ella con una sonrisa, mirándome desde las sombras del pozo-. Date prisa o martín nos dejara atrás.
Aquello era una locura, pero no mas que la idea de quedarme a solas en esa iglesia abandonada y con la perspectiva de ser atacado por una muchedumbre de fanáticos peligrosos, como ellos les habían llamado. No tenia opción.
Esperando que esa no fuera mi ultima decisión, me aferré a la escalerilla que parecía poco sólida para mi peso, y comencé a descender en la oscuridad.
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continuara...
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30-mar-2012
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(advertencia: a partir de aquí comienza la parte de fantasía, así que cualquiera que busque un poco de realismo... lo siento mucho)
Cita:
En medio de aquella oscuridad, apenas pude darme cuenta de que había llegado al fondo del pozo, cuando mis pies tocaron el piso varios metros mas abajo. De pie en aquella penumbra pude ver algunos chispazos mas adelante, hasta que una llamarada ilumino el lugar... martín se había hecho de una antorcha, por raro que fuera.
-¿Una antorcha? ¿de donde sacaron eso? –pregunte, antes de ver que de hecho aquel era un túnel horizontal bastante grande y con antorchas apagadas en las paredes-. ¿Desde cuando están estas cosas aquí?
-Un par de siglos por lo menos, somos los primeros en entrar aquí desde que la cámara fue sellada por nuestros antepasados –explico martín-. No podemos detenernos, mas delante de explicaremos todo esto.
No podía discutirlo, y camine detrás de ellos por una buena distancia. El techo del túnel era alto y se veía sólido, mientras que las paredes estaban talladas en la roca, secas y también en perfecto estado, por lo que no había que temer ningún derrumbe.
-Disculpen... –dije al momento de que se me ocurrió la idea-. Si este sitio es tan secreto, ¿no hay trampas, o ese tipo de cosas de las cuales deberíamos cuidarnos?
-Descuida, no hay nada de eso aquí, además, ya casi llegamos –expreso María en tono calmado-. Muy pronto estaremos a salvo.
Justo entonces vi que mas adelante, el túnel se iluminaba con una luz pálida, como si nos llevara al exterior por mas que aun estuviéramos a varios metros bajo tierra. Al llegar a la luz, descubrí que era una amplia cámara y la luz venia de algunos respiraderos en el techo que filtraban un poco de luz de día.
Sin embargo, lo mas impresionante era que aquella estancia circular tenia murales y estatuas en las paredes, como nunca antes había visto. Había en ellas toda clase de criaturas fantásticas, y las estatuas representaban a guerreros armados, y trabados en combate. Eran como los restos enterrados de alguna civilización perdida.
-¿Pero que es esto? –dije mas maravillado que otra cosa-. ¿De donde salió todo esto?
-Esta es la obra de nuestros ancestros, una conmemoración de su tierra natal –dijo martín con reverencia-. Este es el lugar donde ellos pusieron sus pies por primera vez en este mundo, hace ya 400 años.
Sentí un escalofrió al oír esas palabras, ya que se oía demasiado serio como para estar bromeando. ¿Este mundo? ¿Acaso me insinuaban que existía algún otro mundo?
-¿Me están diciendo que ustedes son extraterrestres? –pregunte con total desconcierto.
Ambos hermanos se rieron ante mis dudas, pero antes de que cualquiera de ellos atinara a responderme, alguien mas apareció... un hombre emergió del túnel detrás de nosotros, y al mismo tiempo, un estallido sobre nosotros derrumbo una parte del techo, mientras algunos hombres comenzaron a bajar en cuerdas.
-No, no son hombrecitos verdes, chico –dijo el recién llegado, el mismo hombre que había intentado secuestrar a Maria-. Son simples viajeros del mundo interno, quienes no tienen ningún derecho de estar en nuestro mundo. Todo contacto esta prohibido y su presencia mucho mas, durante siglos han escapado a nuestra búsqueda pero finalmente hallamos el puente que comunica nuestros mundos.
-¿Mundo interno? ¿Se refiere a la hipótesis de la Tierra Hueca? –pregunte totalmente incrédulo, ya que primero hubiera creído en marcianos-. ¡Esa es una fantasía!
En efecto, la idea de la Tierra Hueca decía que el mundo era una esfera hueca, con una superficie interna cóncava, como el interior de un tazón de sopa, en donde toda clase de formas de vida y civilizaciones podían prosperar... algo desechado desde hacia siglos. Que alguien pudiera creerlo en esta era moderna era... ridículo.
-Me tiene sin cuidado se me crees o no –respondió fríamente-. No debiste haberte involucrado en esto, y no creas que saldrás de esta, como te lo dije, los héroes siempre terminan muertos. Nuestro trabajo es mantener nuestro mundo salvo de cualquier amenaza proveniente del mundo interno, y eso haremos.
Los hombres que habían bajado desde el techo, llegaron al suelo y rápidamente nos rodearon, aunque martín y su hermana no parecían realmente asustados o preocupados por ello. Yo por mi parte solo pude acercarme a ellos, hacia el centro de la habitación, en donde el suelo tenia un curioso diseño en espiral.
-Nosotros no hemos hecho ningún daño, y ahora solo queremos volver a nuestro mundo, y cumplir con la profecía que nuestros ancestros nos dejaron –dijo martín al líder del grupo-. Déjenos ir y jamás volverán a saber de nosotros.
-Lo siento, pero estas cosas no funcionan así –dijo el hombre de la cicatriz-. Los interrogaremos para saber todo lo que han hecho en estos años, y donde están sus cómplices, así como confiscar cualquiera de sus bienes. Luego los mataremos y destruiremos ambos lados de la puerta para que nadie vuelva a intentar cruzar hacia el otro lado.
-¿Porque? ¿Quién es usted, y quien le da el derecho de hacer esas cosas? –expreso Maria con indignación ante la fría respuesta de aquel hombre.
-Soy el paladín Michael Anderson, campeón del Arca y es bajo su autoridad que hacemos esto –dijo el hombre, irguiéndose orgulloso-. Todo para proteger a nuestro mundo de una guerra que pueda devastarlo como ocurrió en el pasado, es todo lo que necesitan saber.
A esta palabra, los hombres se adelantaron hacia nosotros, armados con largos cuchillos, aunque ninguno parecía llevar armas de fuego. Con un vuelco en el corazón, me di cuenta de que aquello iba en serio... iba a morir por una acción imprudente, y tendría que luchar si quería salir con vida de aquello.
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(continuara)
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