Respuesta: Cuento? Novela? Quien sabe...
(advertencia: a partir de aquí comienza la parte de fantasía, así que cualquiera que busque un poco de realismo... lo siento mucho)
Cita:
En medio de aquella oscuridad, apenas pude darme cuenta de que había llegado al fondo del pozo, cuando mis pies tocaron el piso varios metros mas abajo. De pie en aquella penumbra pude ver algunos chispazos mas adelante, hasta que una llamarada ilumino el lugar... martín se había hecho de una antorcha, por raro que fuera.
-¿Una antorcha? ¿de donde sacaron eso? –pregunte, antes de ver que de hecho aquel era un túnel horizontal bastante grande y con antorchas apagadas en las paredes-. ¿Desde cuando están estas cosas aquí?
-Un par de siglos por lo menos, somos los primeros en entrar aquí desde que la cámara fue sellada por nuestros antepasados –explico martín-. No podemos detenernos, mas delante de explicaremos todo esto.
No podía discutirlo, y camine detrás de ellos por una buena distancia. El techo del túnel era alto y se veía sólido, mientras que las paredes estaban talladas en la roca, secas y también en perfecto estado, por lo que no había que temer ningún derrumbe.
-Disculpen... –dije al momento de que se me ocurrió la idea-. Si este sitio es tan secreto, ¿no hay trampas, o ese tipo de cosas de las cuales deberíamos cuidarnos?
-Descuida, no hay nada de eso aquí, además, ya casi llegamos –expreso María en tono calmado-. Muy pronto estaremos a salvo.
Justo entonces vi que mas adelante, el túnel se iluminaba con una luz pálida, como si nos llevara al exterior por mas que aun estuviéramos a varios metros bajo tierra. Al llegar a la luz, descubrí que era una amplia cámara y la luz venia de algunos respiraderos en el techo que filtraban un poco de luz de día.
Sin embargo, lo mas impresionante era que aquella estancia circular tenia murales y estatuas en las paredes, como nunca antes había visto. Había en ellas toda clase de criaturas fantásticas, y las estatuas representaban a guerreros armados, y trabados en combate. Eran como los restos enterrados de alguna civilización perdida.
-¿Pero que es esto? –dije mas maravillado que otra cosa-. ¿De donde salió todo esto?
-Esta es la obra de nuestros ancestros, una conmemoración de su tierra natal –dijo martín con reverencia-. Este es el lugar donde ellos pusieron sus pies por primera vez en este mundo, hace ya 400 años.
Sentí un escalofrió al oír esas palabras, ya que se oía demasiado serio como para estar bromeando. ¿Este mundo? ¿Acaso me insinuaban que existía algún otro mundo?
-¿Me están diciendo que ustedes son extraterrestres? –pregunte con total desconcierto.
Ambos hermanos se rieron ante mis dudas, pero antes de que cualquiera de ellos atinara a responderme, alguien mas apareció... un hombre emergió del túnel detrás de nosotros, y al mismo tiempo, un estallido sobre nosotros derrumbo una parte del techo, mientras algunos hombres comenzaron a bajar en cuerdas.
-No, no son hombrecitos verdes, chico –dijo el recién llegado, el mismo hombre que había intentado secuestrar a Maria-. Son simples viajeros del mundo interno, quienes no tienen ningún derecho de estar en nuestro mundo. Todo contacto esta prohibido y su presencia mucho mas, durante siglos han escapado a nuestra búsqueda pero finalmente hallamos el puente que comunica nuestros mundos.
-¿Mundo interno? ¿Se refiere a la hipótesis de la Tierra Hueca? –pregunte totalmente incrédulo, ya que primero hubiera creído en marcianos-. ¡Esa es una fantasía!
En efecto, la idea de la Tierra Hueca decía que el mundo era una esfera hueca, con una superficie interna cóncava, como el interior de un tazón de sopa, en donde toda clase de formas de vida y civilizaciones podían prosperar... algo desechado desde hacia siglos. Que alguien pudiera creerlo en esta era moderna era... ridículo.
-Me tiene sin cuidado se me crees o no –respondió fríamente-. No debiste haberte involucrado en esto, y no creas que saldrás de esta, como te lo dije, los héroes siempre terminan muertos. Nuestro trabajo es mantener nuestro mundo salvo de cualquier amenaza proveniente del mundo interno, y eso haremos.
Los hombres que habían bajado desde el techo, llegaron al suelo y rápidamente nos rodearon, aunque martín y su hermana no parecían realmente asustados o preocupados por ello. Yo por mi parte solo pude acercarme a ellos, hacia el centro de la habitación, en donde el suelo tenia un curioso diseño en espiral.
-Nosotros no hemos hecho ningún daño, y ahora solo queremos volver a nuestro mundo, y cumplir con la profecía que nuestros ancestros nos dejaron –dijo martín al líder del grupo-. Déjenos ir y jamás volverán a saber de nosotros.
-Lo siento, pero estas cosas no funcionan así –dijo el hombre de la cicatriz-. Los interrogaremos para saber todo lo que han hecho en estos años, y donde están sus cómplices, así como confiscar cualquiera de sus bienes. Luego los mataremos y destruiremos ambos lados de la puerta para que nadie vuelva a intentar cruzar hacia el otro lado.
-¿Porque? ¿Quién es usted, y quien le da el derecho de hacer esas cosas? –expreso Maria con indignación ante la fría respuesta de aquel hombre.
-Soy el paladín Michael Anderson, campeón del Arca y es bajo su autoridad que hacemos esto –dijo el hombre, irguiéndose orgulloso-. Todo para proteger a nuestro mundo de una guerra que pueda devastarlo como ocurrió en el pasado, es todo lo que necesitan saber.
A esta palabra, los hombres se adelantaron hacia nosotros, armados con largos cuchillos, aunque ninguno parecía llevar armas de fuego. Con un vuelco en el corazón, me di cuenta de que aquello iba en serio... iba a morir por una acción imprudente, y tendría que luchar si quería salir con vida de aquello.
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(continuara)
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