Depende de tus aspiraciones en la vida. Un mendigo ciego que viva debajo de un puente puede ser feliz. Un estrella del rock con una vida llena de lujos, sexo y millones de admiradores puede sentirse un desgraciado.
Cuanto más deseamos más difícil es ser feliz. Si deseas una pareja y no la puedes conseguir entonces serás un desgraciado.