Simplemente quiero compartir esto que escribí hace un rato en un blog que estoy empezando:
Me asumo fóbica, me asumo dolorosamente. Y no es tan doloroso como antes. He sido tan despectiva... y existen las opciones. Volver con la cola entre las patas y no volver nunca más. Nunca más repetirlo. Simplemente romper ese precepto contra estas nuevas decisiones. Contra un grupo de teatro, contra contra contra. Quiero terminar de entenderlo. Otro más se ha ido. Quiero terminar de entenderlo y la vida sigue. Él... yo. Yo... él. Querido amigo. Romperme contra el precepto y llamarte. Acercarme. Dar el paso. Contra todo lo que me llame al miedo. Aquí está mi ofrenda, ahora devúelveme la libertad.
El siguiente texto es de Julio Llinás:
"Vivimos como fakires. Sentimientos móviles, extrañas superticiones, inconfesables acciones y deseos, súbitos cambios en la química del cerebro, apetitos y egoísmos, resentimientos, temores y contradicciones, hacen difícilmente soportable la existencia. Vivir es casi un heroísmo, y es obligación hacerlo de acuerdo con convicciones éticas. Estamos acostados en camas de clavos y para escaparles leemos, escribimos, pintamos, nos drogamos o practicamos cualquier otra forma de adicción. Dice un poema náhuatl:
Sólo venimos a dormir,
Sólo venimos a soñar,
No es verdad, no es verdad
Que vengamos a vivir en la tierra."