Yo he superado justo lo contrario: el hecho de estar en pareja
. Tengo el convencimiento, una vez probado, que fue un error el intento porque, por múltiples razones, una persona con fobia social es demasiado ajena a ese tipo de relaciones. Ni tratando de establecer un marco regulado de actuación puedes eludir tu naturaleza, al final evidente y te ves obligado, o a claudicar o a negarte.
En cualquier caso, seguro que el tiempo relativiza la importancia de la pareja. Hay etapas críticas en la vida donde se vuelve una necesidad imperiosa, pero si logras superarlas con relativo éxito te acabas dando cuenta que tal necesidad no era vital, sino más producto de un deseo de aparentar "normalidad". Todo el mundo envidia su carencia, aunque lo que genere su dentera sea un montón de guano
.