Este hilo me recuerda a cierta anécdota que tuvo lugar precisamente esta nochevieja.
Después de cenar un magnífico
confit de pato con manzana y ya pasado el frenesí de las uvas, los cuartos, el confetti y espumillón bien repartidito, me encontraba jugando a un videojuego de la Play de coches con mi ahijado cuando aparece en la sala de estar mi tio (música de "El bueno, el feo y el malo", por favor).
Lo primero que dice cuando ve que había cogido un coche rosita (para hacer la gracia y tener unos minutos de risión con el chaval) me dice con voz de chufla: Pero qué haces con el coche rosa...
Justo en esos momentos recuerdo el programa de Arguiñano (¡oh, mi mentor!), especialmente en los momentos en que hace el panoli con sus gafas y sus artilugios...
(por favor, tenéis que ver el pedazo de entrada que hace en esta emisión... xD
http://www.antena3.com/videos/karlos...122700016.html
, o cuando comenta que un hombre con delantal es mucho hombre y se me enciende la bombilla, diciendo:
"Es que hay que ser muy hombre para elegir pintar un coche de rosa"
Y obró maravillas porque calló la boca... también es cierto que poco tiempo después me marché de juerga y no tuvo más tiempo de meter cizaña.
Lo que quiero decir es que un hombre va a ser siempre un hombre (si se es hetero, claro): en la carroza de las reinonas del orgullo gay, travestido de gitana con pelazo negro, un pañuelo en la cabeza y una falda de lunares en los carnavales, o en un bareto lleno de mujeres que comentan los cotilleos ojeando un número del "Hola". El machismo y la masculinidad son distintos. Equivalentes al feminazismo y la feminidad. Son sus lados oscuros. Aprovechar las cualidades del sexo para herir al contrario. Yo lo veo así. Depende de nosotros que esto no ocurra. Y si nos queremos disfrazar de julandrones con nuestro primo gay pues que así sea... Y no pasa nada.
¡Mirad si no a Sean Connery, todo un ejemplo de hombría de pelo en pecho, con ese disfraz tan ridículo que se gastaba en los setenta, en el clásico film de ciencia ficción: Zardoz!
¡Hay que ser muy hombre para llevar coleta y botazas como hace nuestro queridísimo escocés!
¡Y os aseguro que en la película no usa el paquetón sólo para echárselo al hombro!