Así de largo me ha salido el título de este post. Dos temas en teoría distintos pueden tener más puntos en común de los que en principio creemos.
Antes de empezar, una matización para mentes especialmente sensibles. Las hipótesis están ahí. Es pura ciencia que todavía no se ha confirmado del todo. Dependiendo de cómo nos lo tomemos, de la tonalidad con que lo colorearemos, permitiremos o evitaremos que nos afecte. Podemos tomarlo a chirigota, podemos usarlo para justificar nuestro maltrecho destino o para resurgir fortalecidos en un mundo que está pleno de sentido. Sois libres de tomar vuestras decisiones.
Al lío. Seré rápido. Según el nuevo libro de Brian Greene, famoso investigador de física cuántica, se han podido recopilar una serie de hipótesis que dan sentido al universo en el que estamos inmersos. Quizá no es lo que queráis oir, pero ES lo que hay.
Espero que tengáis en cuenta que estoy resumiendo ampliamente un libro de unas 320 páginas. Como me pille la SGAE americana me mata.
Paso a enumerar las propuestas más interesantes en fascículos:
1.
El universo acolchado: debido a que nuestro universo, según las últimas averiguaciones (ya nos lo temíamos desde hace muchos siglos), es infinito, las condiciones que éste posee de necesidad se repetirán en algún punto de éste.
Existe un límite a cuanta energía y materia puede existir en un punto del espacio cualquiera. En nuestro universo observable (más o menos lo lejos que llega la "vista" de nuestros telescopios más potentes) se comenta que es de 10 elevado a 56 gramos. Y eso es mucho... para la extensión de un retazo de nuestra colcha. Pero... ¿y si nuestra colcha es infinita? Entonces sus colores y sus diseños terminarán repitiéndose en algún punto, siendo totalmente idénticos.
Esto implica la existencia de otros mundos, otras Tierras, otros Verandris, con vidas totalmente dispares a la nuestra, más allá de todo alcance visual y físico. En algún punto del Cosmos existe un mundo ideal en el que nosotros estamos viviendo perfectamente adaptados, con una vida ideal, tal y como la imaginemos.
Sólo por el puro hecho de que como nuestro universo es infinito también es probable que existan mundos tan idénticos como nuestra propia Tierra en los cuales la vida ha ido discurriendo por derroteros totalmente distintos o quizá incluso hasta idénticos. Quien sabe si existe ahora otro Verandris con una vida igual de achuchada que la mía escribiendo otra parrafada de las suyas, y otro, y otro, y otro, como cuando nos metemos en un cuarto de baño con espejos contrapuestos en los que aparecen multitud de imágenes repetidas de nosotros mismos.
¿Y esto que tiene que ver con nuestro trastorno? Bueno, le da un toque de relativismo. El pensar que en algunos de esos "mundos paralelos" es posible que nos vaya todo mucho peor es motivo suficiente para detenernos y darnos cuenta de que, tal vez, vivamos en un mundo no tan malo. Y así entramos en el terreno de las hipótesis ¿Y si...? más o menos disparatadas.
Imaginemos aquella Tierra en la cual el nazismo no fue derrotado y en la actualidad no existimos porque nuestros padres fueron exterminados en un campo de concentración. ¿Y si nuestros padres nunca llegaron a conocerse? ¿Y si todo discurrió igual pero en vez de frenar en aquel momento crucial, no lo hicimos y nos estampamos contra otro automóvil, perdiendo la vida en el acto? Posibilidades infinitas.
Vivimos en este mundo y los demás están fuera de nuestro alcance. Si vivimos es porque este mundo ha facilitado de algún modo nuestra existencia. Aprovechando la conferencia de Emilio Duró de otro post, comentar que ahora vivimos durante más tiempo que hace tan sólo unos 150 años. No hay que irse a otras realidades. En otro tiempo quizá nunca hubiésemos existido y, sin embargo, ahora, debido a la mejora de la sanidad, a la ausencia de guerras, a la entrada de las máquinas en el sistema productivo (etc, etc), personas como nosotros (no seré yo ahora quien me autodefine como "mierdecilla" pero sí, algo de eso hay) podemos medrar en un mundo que se ha dulcificado.
¿No es eso algo como para agradecer a las generaciones pasadas? ¿No es como para pensar si no estaremos quejándonos por menudencias? Esa toma de perspectiva optimista es la que a mi me ayuda a caminar adelante, sabiendo que si estoy aquí es porque debo estar, porque este mundo está pensado (?) o al menos preparado para admitir/tolerar mi existencia. ¿Por qué le voy a dar la espalda?
Bueno, aquí termino mi primera aportación. Habrá más. Para los que os hayáis leído la parrafada íntegra, olé vuestros cojones
. Tenéis tiempo libre, confirmado. Ahora, tenedlo para añadir más comentarios.
¡Os espero!