Yo soy de los que corren más de la cuenta, pero no me pego al carril de la izquierda, un chupón de mediana, si hay espacios libres a la derecha, voy cambiándome a los huecos.
Otra cosa que no hago es azuzar a los lentos de alante, como mucho, si hay un carril libre, y trás comprobar que no se van a poner a la derecha pese a no adelantar e ir haciendo tapón, en muy muy contadas ocasiones les he adelantado lo más a la derecha que he podido siempre que no haya mucho tráfico ni incorporaciones, ni riesgo que valore.
Y si viene otro más veloz por detrás le dejo pasar, siempre, encantado, y me pongo seguidamente detrás para que me haga de escoba y me despeje el camino
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Y por la noche me encanta conducir por autopistas, cuando están vacías, entonces le puedo pisar más.
La verdad es que conduzco muy tenso, pero eso me ayuda a no dormirme, ni confiarme, y a estar en todo momento atento, lo cual sigue entrañando su peligro, porque te puedes encontrar una retención repentina a la vuelta de una curva o de un cambio de rasante, y ya me ha pasado, pero me he librado por los pelos de empotrarme gracias a los huecos. Al menos ahora me corto un poco de correr cuando no tengo visibilidad suficiente por la orografía, y en ciertas carreteras, como las circunvalaciones, sabes ya por experiencia que aunque en un momento dado estés casi solo, en pocos minutos es muy probable que el paisaje cambie.