Puede ser complicado introducir cambios en rutinas físicas y psicológicas viciadas, es normal que si la voluntad y el enfoque no es el adecuado uno acabe cayendo. De hecho, me siento identificado con lo que comentas de las explosiones de activación aunque las mías vienen por una autoimposición, pero para el caso, el resultado es el mismo.
Uno de mis errores y el de muchos es que no nos valoramos y recompensamos como es debido, nos quitamos mérito e incluso nos despreciamos. Entonces, cuando alcanzamos un objetivo le quitamos valor asociando directamente con ideas a largo plazo, díficiles de lograr, que desencadenan anclajes en negativo. Y claro, quien no pierde la motivación si lo que se supone es un triunfo (aunque sea diminuto) nos hace sentir mal.
Felicítate por poder idear planes. ¡Muy bien!
Te propongo una cosa: imagina cosas durante el día a día, cuando comes, cuando salgas, imagina que pasaría si... si cuando bebiera agua me diera cuenta de que es aceite; si empezara a partirme de risa en medio de la calle (dios no lo quiera, por favor je je je); si lloviera sangre (oh dios, mi lado gore). Y si mañana de repente, al despertar, estuvieras muy contento y motivado y tus miedos se hubiesen debilitado... ¿y si me callo? Ok
Tómatelo como un reto a ver qué pasa, si no te convence después de unos días puedes pasar de lo que te he dicho.
Perdonadme, a veces se me va un poco, un poquito