Cita:
Iniciado por MissLaika
En general, siempre subo la comida a mi habitación....
Créeme, si tienes a tu familia disfrútala ahora que puedes.
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Lo de aprovechar la familia es cierto, aprovéchala ahora que puedes.
Yo no subo la comida a mi habitación, pero sigo otra estrategia, que consiste en comer tan rápido en las comidas familiares que acabo siempre el primero.
Cuando he acabado, la jugada consiste agarrar un buen sillón o el sofá -cuando todos siguen comiendo- y cerrar los ojos como si meditara. No me pierdo mucho porque siempre me toca junto a mi cuñado que casi no habla y mi prima mayor, que siempre cuenta trucos de belleza y cosas sobre la gente "guay" que conoce. A mi todas estas cosas me importan un bledo.
Es de un mal gusto extremo pero están acostumbrados. Si me dicen algo, les digo que me he mareado o que me duele la espalda o que de pronto he sentido que no podía respirar. También suelo decir que de repente me han pitado los oídos y pregunto si hay algún vecino que haga obras mientras me toco el oído como si lo tuviera taponado.
Ahora que hay niños pequeños, puedo estar jugando un buen rato con un niño yo solo, sin que nadie me moleste y no me dicen nada porque así ellos aprovechan para comer tranquilos. Ya es como una costumbre.
Mi meditación con los ojos cerrados suele durar hasta que empiezan a repartirse los licores (pacharán, vinos dulces, de postre, anises, etc...) que es cuando vuelvo a la mesa con todos, para meterme un par de lingotazos y comer además algunos bombones.
Todo es saber elegir la táctica adecuada, creo.