Durante una época me interesé por la magia y la demonolgía, pero sólo desde un punto de vista histórico y filológico ya que soy ateo y no creo en nada de estas tonterías. Aún conservo una biblioteca bastante bien surtida de tratados y estudios sobre el tema aparte de casi todos los libros clásicos sobre el asunto (manuales ritualísticos, grimorios y demás)