Sí, creo que ese es el objetivo que todos anhelamos. Esa sensación de bienestar que se produce cuando logramos una meta,un resultado que hace que nuestro ánimo sea positivo y que de este modo se incremente la necesidad y el deseo de seguir.
Pero, lo que parece sencillo para algunos, para otros se torna complicado; y de qué manera!! El eje de su vida es la frustración.
Ante ello, creo necesario hacer una reflexión. Ciertamente vivimos en un mundo en el que los avances tecnológicos no dejan de crecer; en cierto modo está bien, son necesarios, pero ¿y el precio a pagar?. En mi opinión es un peaje duro porque pasamos por la vida corriendo sin detenernos a pensar en lo importante, sentirnos bien interiormente y con los demás. En definitiva, vivir la vida, no sobrevivirla y sobre todo poder sonreir sin temor a que nuestros miedos nos lo impidan.