Pues yo estuve saliendo sólo con mis padres hasta los 28 años, incluyendo vacaciones. No me quedaba otra opción, no tenía a nadie más con quien salir, y tampoco me gustaba la perspectiva de quedarme en casa durante días sin saber qué hacer ni adónde ir. Al fin y al cabo, con ellos siempre lo he pasado bien, aunque es natural sentirse un desgraciado por no poder hacer lo que hacen todos los jóvenes, que es salir con gente de su edad. No es agradable ver parejas besándose, o grupos de amigos charlando y riendo, mientras tú vas con tus padres y piensas que eso nunca va a cambiar.