Yo también he tenido días así, pero será la edad o lo que sea que ya me controlo y no bebo exageradamente; recuerdo que el día siguiente era espantoso, me sentía basura y recordar las tonterías que había hecho el día anterior (si conseguía recordarlas, que a veces ni eso) pues me hacían sentir aún peor.
Es lo que tiene beber, te sientes tan agusto, tan bien, tan seguro de tí mismo, que no te importan nada las consecuencias. El alcohol es una trampa para nosotros.
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