y una vez me impactó lo mala que puede ser la gente en torno a este tema. Por ejemplo una compañera decía que una prima suya era virgen por convicción, que tenía 40 años y era muy feliz así. Ojalá no hubiera escuchado la serie de sandeces que le dedicaron a sus espaldas, con palabras nauseabundas que se me clavaban en los oídos.